Silvia Vázquez es fisioterapeuta de la Sanidad Pública gallega desde hace 10 años. En este tiempo, la han contratado y despedido 83 veces: "Nos contratan jueves y viernes, sábado y domingo no y nos vuelven a contratar lunes y martes".

Es la situación en la que se encuentran los 60.000 médicos, enfermeros o auxiliares gallegos que componen las listas de selección de personal: "Este año no me puedo quejar, llevo sólo 19 contratos", afirma Silvia; "yo llevo 231 en nueve años", le responde una compañera.

Les ofrecen contratos por días y les llaman de la noche para la mañana, lo que les obliga a estar siempre pendientes del teléfono. "Te llaman a las 23:00 para ir al día siguiente a las 6 de la mañana", sostiene Lucía Peón Soutiño.

Hugo Bermúdez, enfermero, ha trabajado en diferentes centros de salud con 198 contratos diferentes: "Puedes tener que ir a trabajar perfectamente a Cabana de Bergantiños que está a 60 kilómetros de Coruña en un sentido y tener que ir a Teixeiro que está a otros 50 en el otro".

Van rotando de especialidad en especialidad y los perjudicados son los pacientes. "Con tanta precariedad, los pacientes ven a médicos que no son los suyos de forma habitual", sostiene María Seco, enfermera.

La Xunta responde que su objetivo es dar más estabilidad a la plantilla y promete para el próximo año 365 nuevos contratos fijos: "Intentamos hacer contratos que nos permitan mayor continuidad", explica Marina Tallón, médico especialista. Piden mayor estabilidad para ofrecer más calidad.