Las mantas y esterillas son ya habituales en este encierro nocturno e indefinido. Alrededor de 30 padres, alumnos y profesores del colegio público Ciutat de Cremona duermen desde el martes en el centro como medida de protesta.

“Es un cierre en cubierto” confiesa Miguel Piqueras, uno de los miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos. El anuncio de que la consellería de Educación valenciana va de suprimir las tres líneas de infantil el año que viene, deja sin futuro al centro, y colgados a muchos padres.

Josep García, uno de los padres afectados, explica que “tengo dos hijos: mi hija que ya está dentro y un niño que debería entrar en septiembre al mismo colegio que mi hija, pero de momento no puede entrar”

La consellería de Educación no se pronuncia sobre el encierro y recuerda que sigue habiendo plazas libres en otros colegios públicos de la localidad: “Pero claro, mucho más lejos del que tienen en su barrio” asegura Juan Miguel Esteve, coordinador de Interampas Alaquàs.

“Tenemos un presidente que cierra televisiones y cierra colegios” se queja Beatriu Cardona del Sindicato Enseñanza STEPV. Quieren que la Consellería se siente a negociar con ellos por eso, desde el martes, todas las noches se turnan para seguir con la protesta. Amparo Botella, una de las maestras del Colegio Ciutat de Cremona cuenta que “los niños siguen teniendo deberes para que su ritmo escolar no baje en absoluto”. Los padres del Cremona llevaban 7 años luchando por cambiar los barracones por paredes de  ladrillo. Ahora tienen que luchar para que su centro no desaparezca.