Las empleadas del hogar tendrán paro si son despedidas y, además, las causas para este desistimiento -el despido sin tener que acreditar causas que lo justifiquen- se endurecen. Estas son las principales claves del Real Decreto-ley que este martes aprueba el Consejo de Ministros y que equipara los derechos laborales de las trabajadoras domésticas con el resto de asalariados. Además, se incluye una bonificación del 80% de la cuota que paguen las familias para esta nueva cotización.
Después de queel Congreso validara la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo sobre trabajadoras del hogar, el Gobierno ahora reglamenta cómo será este paro para las trabajadoras domésticas, al que hasta ahora no podían acceder en el supuesto de ser despedidas.
Según ha podido saber laSexta, el texto del Ministerio de Trabajo garantiza ahora que tendrán la misma protección por desempleo que el resto de trabajadores por cuenta ajena y, además, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) se hará cargo de las indemnizaciones en el caso de que el empleador -la mayoría, familias- no puedan hacerse cargo.
"Esta norma hoy permite que tengamos un país mejor. No son palabras, son hechos", ha aseverado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. "¿Cómo es posible que tuviéramos que esperar al primer tercio del siglo XXI para que las mujeres trabajadoras del hogar conquisten sus derechos en sentido pleno?", se ha cuestionado Díaz.
La nueva legislación elimina también la figura del desistimiento, que suponía un despido sin causa porque no era necesario acreditar las causas del despido. Ahora sí tendrán que justificarse y, además de las previstas en el Estatuto de los Trabajadores, habrá otras justificadas en este sector de actividad.
Por otro lado, se presumirá el carácter indefinido de la relación laboral cuando el contrato no se realice por escrito y la trabajadora tendrá que recibir información sobre las condiciones de trabajo. Además, el decreto incluye las especificidades propias del trabajo de las empleadas del hogar para adaptarlo a la Ley de Prevención de riesgos laborales. Igualmente, Trabajo promoverá la acreditación profesional y formación para las trabajadoras domésticas dedicadas al cuidado o la atención de personas que formen parte del ámbito doméstico o familiar.
La vicepresidenta ha elaborado una radiografía del trabajo en el hogar, donde el 95% de las trabajadoras son mujeres y altamente envejecidas. 130.000 de las 373.000 registradas superan los 55 años y tan solo 17.000 son menores de 30 años. Otra de las peculiaridades de las mujeres registradas como empleadas domésticas es que el 44% de las mismas son extranjeras.
Díaz ha reivindicado que las trabajadoras del hogar son "iguales que los metalúrgicos o una persona que trabaje en una farmacia" y, por tanto, han de tener los mismos derechos, algo que se cumple con esta norma. "Si hay un trabajo importante en nuestras vidas, es el de los cuidados y el de las limpiezas. Por eso creo hoy que este país es mucho mejor", ha valorado Díaz, señalando que esta es la norma "más importante" que ha desplegado su ministerio porque "corrige un derecho fundamental, una discriminación".