El IPC se reduce hasta el 2,8% (frente al 3,4% del mes de enero), es la mejor cifra en los últimos seis meses. Un buen dato del que presume el Ministerio de Economía y que se debe principalmente a la bajada del precio de gran parte de los alimentos.

Entre esos productos que se abaratan, destacan las legumbres y hortalizas, según datos del INE, que caen un 6,4% en un mes. Le siguen otros alimentos, como el pescado fresco, que disminuye un 3,4%, u otros aceites comestibles, como el aceite de girasol. Si nos centramos en estos últimos, vemos cómo esa tendencia a la baja disminuye: en un mes, lo hacen un 1,7%. Y si comparamos con febrero de 2023, es decir, hace justo un año, su precio se desploma un 24,6%.

Pero ojo, hablamos de otros aceites comestibles, no del de oliva. Porque este queda fuera de esos productos que se abaratan. Todo lo contrario. Ir al supermercado a por él cada vez nos sale más caro. Con respecto a enero, vuelve a subir (5,3%). Pero es que esa cifra es aún peor si la comparamos con la misma fecha hace un año: se dispara desorbitadamente, un 67%.

Si seguimos con la lista de la compra, vemos cómo hay más subidas. El chocolate continúa con su tendencia a la alta (+4,5% caro que en enero). La fruta fresca, también (+1,2%).

Agarrando el bolsillo

Aunque la cesta de la compra sigue siendo nuestro principal pensamiento (y hándicap) para llegar a fin de mes, una de las cosas que también aprieta al bolsillo de los españoles es el turismo. Sí, el turismo. Ante una primavera cargada de eventos y festividades, como la Semana Santa, la Feria de Abril o el 2 de mayo, los paquetes turísticos se disparan un 10% con respecto a hace un año.

Unos de los motivos de este encarecimiento, el precio de los hoteles y hostales, que en el último mes suben un 11,5%, o el de los restaurantes y cafeterías. Sentarnos en ellos, en febrero, fue un 5% más caro que en enero, a pesar de algunas fechas festivas como Año Nuevo o el Día de Reyes.

Así que si tienes pensado irte de vacaciones en las próximas semanas, quizás notes ya esa subida. También al rellenar el depósito del coche, porque los carburantes se encarecen también. En tasa mensual, la gasolina sube un 3,4% y el gasóleo casi un 4% (concretamente, un 3,9%).

La tecnología, algo más barata

Si comparamos los datos de hace justo un año, la sorpresa nos la llevamos con el gas natural. De febrero a febrero (2023 y 2024), se desploma un 21%. Es decir, la factura nos ha salido más barata este año. También de la electricidad, que se abarata casi 7 puntos en esa misma franja.

Comprar un teléfono móvil también es ahora más barato. Los equipos de telefonía y fax, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística, bajan casi un 11% (específicamente, -10,9%) con respecto a hace un año, y los ordenadores personales también (-9,9%).