La Comisión Europea calcula que España cerrará este año con un déficit público equivalente al 2,3% del PIB, un porcentaje que es dos décimas superior a la estimación que hizo en noviembre y tres décimas mayor que la previsión del Gobierno reflejada en el Plan de Estabilidad que envió a las autoridades comunitarias la pasada semana.
Bruselas piensa, por tanto, que la economía española reducirá menos de dos décimas el desvío de las cuentas de las administraciones públicas, desde el 2,48% registrado en 2018. Esta previsión, explica el informe, se basa en un presupuesto prorrogado para este año y tiene en cuenta todas las medidas de gasto aprobadas por Decreto-Ley por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
De hecho, la Comisión Europea destaca que el ciclo económico "favorable" y los menores costes de la deuda compensarán "parcialmente" el efecto de estas medidas, algunas de las cuales son "temporales" y entre las que cita el mayor gasto en pensiones y otras políticas sociales, por el lado del gasto, y el incremento de las bases máximas de cotización, por el de los ingresos.
Además, el Ejecutivo comunitario remarca que algunas de las medidas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que fueron tumbados por el Congreso también tendrán un efecto en 2019, como la subida del sueldo de los funcionarios o la bajada de impuestos a las rentas más bajas. También advierte de que también pueden elevar el desfase de las cuentas públicas las indemnizaciones a las constructoras de las autopistas rescatadas.
Más allá de 2019, Bruselas calcula que el déficit de 2020 se reducirá tres décimas, hasta el 2%, bajo la asunción de un escenario sin cambios en la política fiscal, frente al 1,1% que prevé el Gobierno. El déficit estructural -sin tener en cuenta los efectos del ciclo económico-- se deteriorará levemente durante los próximos dos años, según las autoridades comunitarias.
Menor crecimiento, pero sólido
Con respecto al crecimiento del PIB, el Ejecutivo comunitario estima que se ralentizará en los próximos dos años, aunque seguirá siendo "sólido". En concreto, mantiene las proyecciones anteriores, que sitúan la expansión de la economía en un 2,1% este año --una décima menos que la estimación del Gobierno-- y en un 1,9% en 2020, una expansión idéntica a la que incluye el Plan de Estabilidad.
Así, en un contexto de moderación de la demanda doméstica, debido principalmente a la ralentización del consumo privado por el rebote de la tasa de ahorro y a los menores niveles de inversión, la expansión económica se beneficiará de una mejor contribución de las exportaciones netas, que sin embargo seguirá siendo negativa hasta 2020.
Por último, la Comisión Europea destaca en la ficha sobre España que el crecimiento del empleo sigue "superando las expectativas". En este sentido, apunta que la creación de puestos de trabajo se mantendrá "robusta" aunque se ralentizará como consecuencia de la moderación de la demanda y del incremento del salario mínimo.
En esta línea, las autoridades europeas prevén que la tasa de desempleo se reduzca desde el 15,3% de 2018 hasta el 13,5% en 2019 y el 12,2% en 2020, el menor nivel desde 2008. A su vez, creen que el incremento de los salarios alcance su pico este año, por el impacto de la subida del SMI, para después moderarse, aunque todavía por encima de la inflación.
Según 'The Economist'
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