En el informe anual de 2015 del Banco de España, la entidad dice que con un déficit primario anual (sin intereses de la deuda) del 2%, como el registrado en 2015, y un crecimiento del PIB anual del 3,5%, el nivel de deuda pública no bajaría del 60% antes de 2030.

Por ello urge a retomar la senda de consolidación fiscal, que debe avanzar en la racionalización y eficiencia del gasto público, por un lado, y en la "revisión" de los impuestos, por otro.

En este sentido, la entidad mantiene las recomendaciones de su informe del año pasado y aboga por que se otorgue más peso a la imposición indirecta (IVA e impuestos especiales), ya que los organismos internacionales dicen que hay margen para aumentar el IVA, y por racionalizar la amplia gama de deducciones y bonificaciones "que erosionan la capacidad recaudatoria".

Además insiste en que hay que estudiar la puesta en marcha de mecanismos de seguro y ahorro que complementen las pensiones públicas, como ya existen en otros países, tras analizar la posible incorporación de otras fuentes de financiación al sistema, que hoy en día se sostiene fundamentalmente por las cotizaciones sociales que ingresa la Seguridad Social.