Hilar y tejer como lo hacían nuestras abuelas y a la vez recuperar una oveja autóctona, la gallega, en peligro de extinción. Hasta ahora, la lana de esas ovejas era un residuo del que había que deshacerse. Ahora cobra una nueva vida gracias a Beatriz Carbón, hilandera.

Delfín Feal, ganadero y veterinario, cría ovejas gallegas en el corazón rural de la comarca del Eume. Como las suyas solo quedan 4000 en toda Galicia. Hasta ahora desechaba la lana. "Se debe esquilar por un bienestar del animal", explica a las cámaras. La hilandera decidió aportar por esa lana creando el primer hilo ecológico 100% gallego.

"Gracias a Delfín hemos creado un hilo único y maravilloso", asegura la impulsora. Cada oveja genera un kilo de lana bruta de la que se aprovecha el 30%. "Tiene una buena vejez: cuando más tiempo pase más amorosa estará la prenda", explica la experta.

Lola Logaro, de Hilokune Estudio Logaro, se encarga de sacarle el mejor rendimiento a ese hilo. "Se presta para megacalados porque es consistente y hace que todas las estructuras se mantengan abiertas", señala ella misma. Con la primera añada diseñó este chal que se comercializó con el nombre de Xoaniña y con la segunda el chaleco Loureda. "Me gusta llamarla lana salvaje porque con lo que pretendemos con este proyecto es que la gente vivía lo que nuestros ancestros", añade.

Contra la moda lowcost, Bea y Lola proponen una reciclable. En el mercado podemos comprar el patrón y la lana necesaria por unos 40 euros. O ya el diseño hecho por unos 180 euros. De esta forma contribuimos a que sobreviva la oveja gallega al tiempo que recuperamos el placer de tejer sin prisa.