La jovencísima Sara Bejlek fue protagonista de una polémica tras ganar su partido en el US Open contra la británica Heather Watson. La tenista checa de 16 años saludó primero a su rival y al juez de silla, para después celebrarlo con su padre y su entrenador.
Fue entonces cuando se produjo una escena vergonzosa para muchos, ya que ambos le tocaron el trasero en numerosas ocasiones durante la celebración. Incluso su padre le besa también en la boca.
La repercusión en Estados Unidos ha sido tan grande que la embajada de la República Checa en el país americano ha tenido que salir a dar explicaciones.
Aseguran que no ha habido ninguna polémica en cuanto a este tema en el país checo. "No ha sido un problema en absoluto en los medios checos", explican en 'Daily Mail'.
“Es un tema personal, cada familia es diferente”, comenta. Además, añaden que este tipo de situaciones difieren de una familia a otra.
La célébration de Sara Bejlek (16 ans) après sa qualif pour le tableau principal enflamme les réseaux sociaux à travers le monde. Il s'agit de son père et de son coach. pic.twitter.com/zfhFgRGbql
— Tennis Break News (@tennisbreaknews) August 27, 2022
La tenista ha hablado
"Papá es mi papá y siempre lo será. Y conozco a mi entrenador desde que tenía ocho años. Me graba, me masajea. Si algo similar sucediera en la República Checa, nadie se ocuparía de ello. Pero como estamos en Estados Unidos, todo el mundo lo comenta. Pero como digo, hablamos y no volverá a suceder", explica la joven en 'iSport'.
"Por supuesto que vi el video. Fue una reacción espontánea de todo el equipo. Ciertamente puede parecer inconveniente e incómodo para algunos, pero ya lo hemos discutido con el equipo. No volverá a suceder", añade.
La tenista ya ha sido eliminada del US Open por la rusa Liudmila Samsonova, pero asegura estar muy feliz por su participación en el Grand Slam: “Fue una gran experiencia para mí y estoy muy feliz por el US Open. Ya estoy deseando que lleguen los próximos torneos. He tenido buenos resultados, pero esta oponente realmente creía en sí misma y no pude hacer mucho con ella”.