El español Rafael Nadal, cabeza de serie número uno, logró hoy su pase a la segunda ronda del abierto de Estados Unidos al vencer por 7-6 (8), 6-2 y 6-2 al serbio Dusan Lajovic.
El partido, que duró dos horas y 16 minutos, dejó a Nadal con 33 golpes ganadores y 34 errores no forzados por 14 y 39, respectivamente, de Lajovic.
El próximo rival de Nadal, que buscará su tercer título de campeón en el Abierto de Estados Unidos, será el ganador del partido que van a disputar el japonés Taro Daniel frente al estadounidense Tommy Paul. Cualquiera de los dos tenistas que sea su rival, el enfrentamiento ante el número uno del munod será el primero como profesionales en el circuito de la ATP.
"Me ha costado hacerle daño"
El número uno del mundo admitió haber encontrado dificultades para "hacerle daño" a su rival. "He empezado con nervios, me ha hecho el 'tie break' y el set se ha complicado, parecía un rifle aquello. A partir de ahí lo he estado jugando bien, pero me ha costado un poquito hacerle daño", valoró Nadal sobre el inicio del partido en rueda de prensa.
Nadal aseguró haber sentido un "residuo negativo" de los torneos anteriores, a pesar de haber tenido una semana de entrenamientos "muy buena". "Mentalmente bien; he sacado momentos bien; golpe ganador, no lo he hecho mal", repasó el tenista mallorquín sobre su juego.
No obstante, reiteró que le faltó "un poquito más de intensidad de bola en las intermedias" y lamentó de nuevo no "crear más daño al rival cuando el punto estaba en juego".
"Me ha costado que la bola sin riesgo dañara al rival, una de las cosas mejores que tengo. La bola intermedia, (Lajovic) la contrarrestaba más o menos con facilidad, y ha sido lo peor del encuentro", dijo.
Nadal, que busca su tercer título de campeón en el Abierto de Estados Unidos, apuntó que ganar el primer set contra el serbio le cambió la "sensación" y le permitió ir al marcador en el segundo con un "doble break".
La FIFA lo hace oficial
Oficial: el Mundial 2030 se disputará en España, Portugal y Marruecos
Triunfa la candidaturaEspaña volverá a organizar un campeonato del mundo de fútbol 48 años después. La FIFA ha ratificado la propuesta, que será la más repartida de la historia con sedes en hasta seis países.