Se queda paralizado y pide disculpas como puede. Es lo que le ha sucedido al argentino Renzo Olivo, que tras caer derrotado ante su compatriota Tomás Etcheverry en el ATP Challenger de Perugia, protagonizaba una acción que pudo acabar muy mal.

Tras perder el último punto, el tenista lanzaba un bolazo que rompía una ventanal. Los cristales cayeron a escasos metros del juez de silla. Una imagen intolerable a la que el polémico Benoit Paire reaccionaba con emoticonos de risas y defendiendo al argentino.

"Renzo es el tipo más dulce que jamás conocerás", dice Paire en su cuenta de Twitter sobre el tenista 193 del ranking ATP. Un tenista que con su cabreo estuvo apunto de causar una desgracia.