En la noche del jueves, Myles Garrett, de 23 años y primera elección del draft del 2017 por Cleveland Browns, cometió una de las mayores agresiones que se recuerdan en la NFL. En el último 'drive' del partido, con el marcador decidido (21-7 para los de Cleveland), a falta de ocho segundos para el final del encuentro, Garrett se abalanzó sobre Mason Rudolph, una vez éste lanzó el balón, y, ya en el suelo, comenzó un forcejeo entre ambos en el que Garrett quitó el casco a su rival e intentó golpearle, de lleno, en la cabeza.

"Podría haberlo matado", confesó Maurkice Pouncey, compañero de Rudolph, también expulsado tras la trifulca al intentar arremeter contra Garrett. Tanto él como Myles Garrett se encuentran a la espera de una sanción por parte de la NFL que, se espera, sea histórica. El anterior precedente similar se encuentra en el caso de Albert Haynesworth, jugador de Tennessee Titans, en 2006, que se enfrentó a una sanción de cinco partidos alejado de los terrenos de juego por golpear en la cabeza a un rival.

La presente campaña no está siendo tranquila para el 'defensive end', pues ya ha sido sancionado en dos ocasiones. La primera de ellas, con más de 10.000 dólares por una jugada agresiva contra la cara de un contrincante ('facemask'). La siguiente, apenas una semana después, con más de 40.000 dólares por un placaje excesivo contra el quarterback de los New York Jets, Trevor Siemian, hasta tal punto que le provocó una lesión.

Más reacciones que dejó el dantesco espectáculo fueron las del entrenador principal de Cleveland Browns, Freddie Kitchens, quien admitió no haber visto algo así en su vida. A su vez, Kitchens reconoció que Garrett se encuentra "avergonzado". "Entiende lo que hizo. Comprende que es un hecho totalmente inaceptable", zanjó. El joven quarterback de los Browns, Baker Mayfield, también se pronunció al respecto, avergonzado. Calificó el comportamiento de su compañero de "peligroso" y de "totalmente inexcusable". Por otra parte, tachó a Garrett de "cobarde", al usar el casco como "arma".

En lo referente a lo deportivo, el encuentro no tuvo mucha más historia. Rudolph no pudo evitar la derrota de su equipo pese a lanzar 23 de 44 pases con acierto, por un total de 221 yardas, que le sirvieron para cuatro interceptaciones y un único touchdown. Por su parte, Mayfield lanzó 17 pases con acierto de 32 intentos, lo que le supusieron 193 yardas y dos touchdowns.