Carolina Marín ha dicho adiós a los Juegos Olímpicos de París de la forma más cruel posible. La onubense, que dominaba su semifinal ante la china He Bing Jiao, se retiró por lesión en un muy mal gesto de su rodilla. A pesar de que trató de continuar jugando, finalmente no pudo ser.
Se fue del partido de pie, tras unas desconsoladas lágrimas que dejaron helados a todos los que veían el encuentro. Tras él, y con su entrenador hablando del estado de Marín, habló su rival.
Habló He Bing Jiao, que estaba visiblemente afectada incluso en esos dos puntos que Carolina trató de jugar lesionada. Ante los medios, la china no pudo evitar llorar.
No pudo contener sus lágrimas al hablar de la jugadora de Huelva, lo que deja a las claras la grandeza de Marín en el bádminton y en el deporte.
"Incluso me ha animado..."
"No quiero que pasen este tipo de cosas", comenzó diciendo la china antes de llorar frente a los medios.
Porque Carolina es así: "Incluso me ha animado al final... Me ha deseado suerte, me ha dicho que jugara bien el partido por el oro".
Sin duda es un gesto que habla mucho y muy bien de una Carolina Marín que incluso en esos duros momentos demostró por qué es tan grande.