La deportista, declarada vegana y activista a favor de los derechos de los animales, ha aprovechado su participación en los Juegos Olímpicos, donde ya ha ganado una medalla de oro, para protestar contra el consumo de carne de perro, que es legal en Corea del Sur.
Meagan Duhamel decidió adoptar a un perro salchicha de dos años a través de una asociación situada a 40 kilómetros de la ciudad donde se aloja la canadiense. La canadiense salvó al perro de ser cocinado.
El gobierno de Corea del Sur prohibió la venta de carne de perro en los restaurantes próximos al estadio de Pyeongchang, por lo menos mientras duren los JJOO, ofreciendo una contraprestación que compensara la pérdida que experimentarán estos restaurantes al no poder servir esta carne. La realidad es que solo se trata de una medida para evitar dar mala imagen a la gente que se desplace hasta el país oriental, ya que todo indica que una vez terminados los Juegos Olímpicos, volverá a ser legal.