El jugador, Faiva Tagatauli, pidió ser sustituido a falta de 10 minutos del partido y abandonó el terreno de juego por su propio pie, pero más tarde perdió el conocimiento y entró en un paro cardíaco.
Los servicios médicos reanimaron al jugador de 27 años, y lo trasladaron al Hospital Nacional, donde pasó cuatro días ingresado antes de morir.
"Nuestros pensamientos y oraciones están con la esposa de Faiva, Seutatia, y su hijo, así como también su familia en Fagamalo. Haremos todo lo posible, dentro de nuestros medios, para ofrecer apoyo en este momento difícil", afirmó el director ejecutivo de la selección de rugby de Samoa (SRU), Vincent Fepuleai.
Fepuleai también quiso dejar claro que la SRU sabe de la importancia del bienestar de los jugadores y "garantiza" que esa sensibilización con el tema de la salud llegue a jugadores y técnicos. "Trabajamos en estrecha colaboración con la Asociación de Jugadores de Rugby y World Rugby para garantizar que los programas de entrenamiento y sensibilización se implementen a jugadores, entrenadores y administradores", agregó.
La muerte de Tagatauli se produce en un momento en el que se han dado otros tres fallecimientos en el mundo del rugby por lesiones sufridas mientras jugaban. En mayo, Adrien Descrulhes, de 17 años, fue encontrado muerto en su habitación la mañana después de sufrir una conmoción cerebral durante un partido con el Billom y la autopsia confirmó que había sido por una hemorragia cerebral. En agosto, Louis Fajfrowski, del Aurillac y de solo 21 años, murió en el vestuario durante un partido amistoso después de sufrir un infarto. Después de una investigación, se supo que, en un balón dividido, su corazón pudo haberse detenido porque lo habían golpeado en el pecho. Y en diciembre, el joven lateral del Stade Francais Nicolas Chauvin, de 18 años, se rompió el cuello y murió tras quedarse atrapado en un 'tackle' entre dos hombres.