El rugby español vivió una jornada de fiesta y de máxima alegría colectiva al lograr un meritorio triunfo frente a Rumanía (22-10) que les permite depender de sí mismos para conseguir el billete al Mundial de Japón 2019.
Afrontaba España al duelo con los precedentes claramente desfavorables después de haber ganado solo en dos ocasiones a su rival durante los 35 enfrentamientos previos. De todos modos el 'XV del León', consciente de lo mucho que se jugaba, e impulsado en lo anímico después de vencer en Krasnodar a Rusia por 13-20, no parecía dispuesto a dejarse condicionar por el pasado.
Arrancó el choque con mucha tensión y de manera favorable para los intereses del anfitrión. Una acción de Tangimana sobre Malié hizo que el primero tuviera que abandonar el campo como consecuencia de una tarjeta amarilla. Y esa superioridad numérica la aprovecharon de maravilla los hombres de Santiago Santos. Repletos de confianza fueron capaces de transformar dos ensayos de manera consecutiva, el primero obra de Beñat Auzqui y el segundo de Sebastien Ascarat.
Por desgracia para España ambos fueron muy escorados, lo que complicó el golpeo posterior de Brad Linklater. Falló los dos intentos el dorsal catorce, y eso impidió que el daño fuese aún mayor para el 'XV del Roble'.
Reaccionaron entonces los visitantes tímidamente gracias a un golpe de castigo que pasó Vlaicu pero ese recorte de distancias fue momentáneo toda vez que Linklater hizo bueno el dicho de que a la tercera va la vencida (13-3, min.20). Mantener esa renta era clave para que los rumanos no sumaran el bonus defensivo y poder de esta manera adelantarles en la clasificación general. Y por ello España se volcó en defenderla con ahínco antes del descanso, especialmente en una prolongada incursión rival que consiguieron abortar al filo de la navaja en varias ocasiones.
De vuelta al verde se hacían pues claves la capacidad para aguantar físicamente, la defensa y sacar rédito de las oportunidades que aparecieran. En esta línea, acertó de nuevo Linklater con un golpeo para poner el 16-3 en el marcador.
El revés no iba a hacer que Rumanía se amilanara, más teniendo en cuenta que cada vez le era más necesario sumar para no perder su puesto de privilegio en la carrera mundialista. Así, hubo nuevos momentos de inquietud cuando el conjunto amarillo merodeó una vez más la zona de anotación si bien fueron frenados en sus intenciones.
Así las cosas España llegó al ecuador de la segunda mitad manteniendo la diferencia favorable de trece puntos y la incrementó de nuevo por medio de un Linklater que ya parecía imparable en su papel encadenando otros dos aciertos (22-3, min.73).
Acariciaban ya la gesta los locales pero no hay gloria sin sufrimiento y el seleccionado rumano volvió a meterse de lleno en la pelea gracias a un ensayo de Fakaosilea y al posterior acierto de Calafateanu. No hubo tiempo para más y con el pitido final se desató la locura. Invasión de campo y caras la satisfacción por el trabajo hecho de manera impecable.
Si España cumple en las dos batallas que le quedan, ante Alemania y Bélgica, estará en un Mundial por segunda vez en su historia.