Cuando Marc Márquez aterrizó en MotoGP, ya era bicampeón del mundo de motociclismo. Lo había logrado en 2010 (en 125) y en 2012 (Moto2). Su aventura en Honda comenzaba entonces y se convertiría en una historia gloriosa, con seis títulos en la categoría reina.

Todos esos títulos, los de MotoGP, con la Honda. Marca a la que ha dicho adiós este miércoles de mutuo acuerdo. "Gracias por este gran viaje, HRC. 11 años juntos. Hemos compartido momentos inolvidables: 6 Campeonatos del Mundo, 5 Triples Coronas, 59 victorias, 101 podios y 64 poles", ha escrito en sus redes sociales.

Su destino parece Gresini, filial de Ducati, que tiene una moto libre el curso que viene junto a Alex Márquez, su hermano. De momento no es oficial su futuro, aunque la marca reconoció en Japón que las cosas estaban muy avanzadas.

Será una nueva etapa para el ocho veces campeón del mundo, que ha reinado con la Honda. Con esa marca se convirtió en el mejor piloto, doblegó a Valentino Rossi y dominó con puño de hierro la competición.

Todo se torció en 2020

En la prueba de Jerez del año 2020 Márquez sufrió una caída que se acabó convirtiendo en su peor pesadilla. Tenía una lesión en el húmero derecho que le obligaba a pasar por el quirófano.

Un total de cuatro operaciones, unido a sus problemas de doble visión que le impidieron recuperarse y brillar sobre la moto.

Y la moto no responde

Esta temporada Marc ha estado casi más en el suelo que sobre la moto. Sólo en Japón se vio la luz con el primer podio del año para Márquez. La moto ha sido muy difícil de pilotar y eso ha hartado al piloto.

También las pruebas de cara a 2024. Incluso llegó a asegurar que la moto de este año era más potente que la actual. Quedaba claro que Márquez ya preparaba su salida. Y así se ha confirmado.

El destino, de momento, no es oficial. Pero todo apunta a Ducati... al equipo satélite Gresini.