Una semana después, la Fórmula 1 no olvida el esperpento de las sanciones del Gran Premio de Austria. Tras la carrera, Aston Martin puso una queja formal ante los comisarios deportivos alegando que no habían sido penalizados muchos pilotos que se habían saltado los límites de pista.

Esa reclamación acabó con una sanción masiva a ocho pilotos de la parrilla. El principal perjudicado, al margen de un Esteban Ocon al que le cayeron 30 segundos, fue Carlos Sainz.

El madrileño recibió una sanción de diez segundos, además de los cinco que ya cumplió durante la carrera, por lo que pasó de la cuarta posición a la sexta, perdiendo el puesto con Lando Norris y Fernando Alonso.

En su llegada a Silverstone para disputar el Gran Premio de Gran Bretaña, el piloto de Ferrari explicó cómo se enteró de que había sido penalizado en Spielberg.

Recibió la noticia en el avión

"Estaba despegando, me llegó un correo electrónico, ya estaba bastante decepcionado por todo el día, y vas a estar una hora sin teléfono en el avión, pero lo último que lees antes de despegar una segunda penalización y la sexta posición, así que puedes imaginarte cómo me sentí", dijo Sainz en rueda de prensa.

Sainz ya recibió una sanción de diez segundos en el Gran Premio de Australia por un toque con Fernando Alonso que le hizo quedarse fuera de la zona de puntos, aunque recalca que la de Spielberg fue aún más imprevisible.

"En Australia estaba muy enfadado. Esta vez, no sé si me lo esperaba porque todo el fin de semana fue un desastre que podías esperar lo inesperado", explicó.

Sainz exige soluciones

Ahora, el piloto español pide a la FIA que aclare la polémica de los límites de pista y ofrece su ayuda al organismo rector.

"Lo superé y me aseguré de intentar ayudar todo lo que pudiera a la Fórmula 1 y a la FIA para encontrar soluciones. Debemos hacerlo, porque creo que este deporte no puede permitirse otro fin de semana como ese, no tiene buena pinta, y no es bueno ni como piloto ni como equipo", dijo Carlos Sainz para concluir.