La carrera disputada en Austria ha despertado varias polémicas internas dentro de Ferrari. Y es que, a pesar de la segunda posición lograda por Charles Leclerc, Carlos Sainz no acabó satisfecho con la actuación del equipo.
Sin embargo, una semana después, el español se muestra mucho más optimista en los prolegómenos del GP de Silverstone. Consciente de que el paso adelante del equipo italiano es más que evidente, Sainz ha dejado claro que los objetivos del equipo son cada vez más ambiciosos.
"Estamos más cerca de la victoria que hace algunas carreras, pero a la vez, estamos muy lejos. Estamos muy lejos del Red Bull. En Austria, Max estaba en otra liga y cuando Pérez llegó, se pudo ver que tenían más", ha comentado Carlos en relación a la diferencia con Red Bull.
En cuanto a la evolución de Ferrari, ha sido mucho más claro: "Estamos progresando y luchando con Aston Martin y Mercedes, que hace unas semanas eran más rápidos en carrera".
El nivel de Carlos Sainz ha mejorado bastante en relación a la temporada pasada. Esta vez, está por delante de su compañero y su confianza es cada vez mayor: "Espero poder consolidar ese progreso y tener un buen fin de semana aquí".
"Creo que estoy pilotando bien, entiendo bien el coche, empujando mucho en carrera, gestiono bien los neumáticos, adelantar, defiendo bien en casi todos los GP..., pero el resultado no es exactamente el que quiero", añade el madrileño.
Carlos Sainz no olvida Austria
El '55' fue uno de los más perjudicados tras las protestas de Aston Martin por los límites de pista. De haber finalizado cuarto, tras las protestas y sanciones acabó sexto, algo que no le sentó nada bien.
"No fue bien. Coger el avión y enterarte de que tienes una penalización no es una buena sensación. Necesitamos encontrar una solución, no tenemos todas las situaciones bajo control en este momento", comenta respecto a lo ocurrido el pasado fin de semana.
La FIFA lo hace oficial
Oficial: el Mundial 2030 se disputará en España, Portugal y Marruecos
Triunfa la candidaturaEspaña volverá a organizar un campeonato del mundo de fútbol 48 años después. La FIFA ha ratificado la propuesta, que será la más repartida de la historia con sedes en hasta seis países.