De terminar segundo a firmar la peor clasificación de la temporada. Todo, en tan solo una semana. Sí, es justo lo que le ha pasado a Fernando Alonso. Lo que ha vivido Fernando Alonso desde el GP de Países Bajos al GP de Italia. Porque algo pasó. Porque algo le pasó al bicampeón. Porque algo sucedió en una 'qualy' en la que el Aston Martinestuvo... raro.

Porque raro es mejorar tan solo una décima al pasar del neumático medio al blando. Porque raro es apenas notar una diferencia de compuestos con la que alguno encontró más de medio segundo. Sí, raro fue. Muy raro. Muy raro ver que Alonso pasaba de tener todo bajo control en Q1 a no estar para competir.

Ya no por la pole, sino para competir con los McLaren o los Mercedes. Para competir con el veloz Williams de Alex Albon. Para sacar algo de un monoplaza que empezó a dar ciertos síntomas de debilidad en la Q2.

"No tengo grip", dijo por radio. Eso fue lo que comentó a Aston Martin. A un equipo que ya solo tenía un coche en el asfalto ante el adiós de Lance Stroll. El canadiense, ojo, fue último.

"La estimación era entre 9º y 12º"

Pero Fernando ya se lo veía venir, y así lo dijo en 'DAZN': "Sabíamos que iba a ser una crono complicado".

"La Q3 era lo máximo. La estimación que teníamos era entre noveno y el duodécimo", afirmó Alonso.

Porque esta pista es de esas que estaban marcada en rojo en el calendario... pero no para bien. No como Zandvoort o como Singapur. Era más bien como Austria. Aquí, el AMR23, no funciona.

No va tan bien como en otro tipo de pistas. En esas pistas más reviradas. Con más necesidad de carga aerodinámica. Con más importancia, como en Países Bajos, de las manos del piloto.

A minimizar daños

Monza es lo que es. Seis curvas y todo velocidad. Ahí reinó Ferrari. Ahí reinó Carlos Sainz. Ahí es dónde los 'tifosi' están de celebración y esperanzados para ver un podio pintado de rojo.