Red Bull tiene a Mercedes en su punto de mira. Tanto en la pista como fuera de la misma. Christian Horner, jefe de los de las bebidas energéticas, ha puesto en duda el trabajo de los alemanes y pide a los comisarios que estén más atentos que nunca en las carreras que quedan de Mundial de Fórmula 1.

"Queremos una pelea justa en estas tres últimas carreras. Dependemos mucho de la FIA para ello", dice Horner.

El jefe de Max Verstappen sigue: "Quien gane esto, que lo haga en la pista. Ni en los despachos ni en un tribunal de apelación. Queremos estar seguros de que los coches cumplen con todo porque hay mucho en juego".

"Nuestro coche cumple, pero sin duda nos preocupan las ganancias de velocidad punta que hemos visto desde Budapest. En las dos últimas carreras han sido exponenciales", relata Horner.

Christian, además, menciona directamente a Toto Wolff: "Fue interesante escucharle decir 'que les jodan a todos' por la radio. Es la primera vez que lo desafían".

Y es que todo se ha recrudecido, en un duelo entre dos equipos que luchan en pista y fuera de la misma: "Es de lejos la pelea por el Mundial más política que hemos visto desde que estamos en la Fórmula 1".

Tres carreras restan de Mundial, y Max Verstappen y Lewis Hamilton están en pleno duelo para alzarse con el título de campeón.

Sus equipos, mientras, siguen a lo suyo con dimes y diretes que a saber si se trasladan o no al asfalto.

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