El Aston Martin no es un coche de clasificación. No lo ha sido en toda la temporada, ni siquiera en los mejores momentos y tampoco lo es ahora pese a todos los paquetes de mejoras introducidos a lo largo del año y este último que ha reconducido la situación de la escudería británica.

Y el primer consciente de ello es Fernando Alonso. La mayoría de sus rivales se vieron sorprendidos y eliminados antes de tiempo en la clasificación de Las Vegas. Los McLaren se quedaron por el camino en la Q1 y Hamilton y Pérez en Q2. Con ello, muchos soñaron con un gran puesto para el asturiano que finalmente no fue así.

El primer intento en Q3 fue bueno, situándose cuarto, pero en el segundo acabó el último de la sesión, superado hasta por los sorprendentes Williams, Bottas y Magnussen. Sin embargo, pese a ello, Alonso terminó satisfecho de lo conseguido.

"Muy satisfecho con el resultado. No había mucho más", confesó tras la clasificación.

Eso sí, Alonso si tuvo un lamento y es que los múltiples intentos que se pudieron hacer los equipos durante la clasificación les fueron restando opciones de un mejor resultado, ya que el resto de escuderías pudieron optimizar sus monoplazas para sacar un mejor resultado del que podía conseguir Aston Martin.

"Si fuese a una vuelta o una sprint podría destacar más, pero con cinco o seis intentos vuelves a la realidad porque todos optimizan su coche", lamentó Alonso.

Pese a ello, el asturiano confía en una mejor carrera en la que cuidar los neumáticos será la clave, aunque asumiendo que ya tiene una posición perdida en la salida: "Carlos, Hamilton, 'Checo'... tengo malos clientes detrás. No creo que sea mucha oposición para Carlos, espero poder plantar batalla a Hamilton o 'Checo'".