Consumidas seis citas del extenso calendario de Fórmula 1 para la presente temporada 2022, Max Verstappen lidera el Mundial de pilotos con 110 puntos, seis más que Charles Leclerc, 25 por encima que 'Checo' Pérez y a 45 de Carlos Sainz.

Red Bull y Ferrari, con Mercedes asomando la cabeza tras un gran rendimiento en Montmeló, son los firmes candidatos a alzarse con la corona, pero sus planteamientos, hasta el momento, han sido bien distintos.

Mientras los de las bebidas energéticas han apostado descaradamente por Verstappen como su primer espada, desde la 'Scuderia' han optado por dejar en igualdad de condiciones a Leclerc y a Sainz para que la pista dirima al líder del equipo.

Hasta la fecha, el monegasco, que llegó a tener 46 puntos de ventaja sobre el neerlandés, se encuentra tras el Gran Premio de España a seis unidades del vigente campeón, que ha ganado las cuatro carreras que ha terminado.

El madrileño, por su parte, está a 45 de 'Mad Max' y a 39 de su compañero de equipo, por lo que a partir del Gran Premio de Mónaco los de Maranello podría replantearse seriamente darle el título de escudero, al igual que tiene Pérez en Red Bull.

De hecho, en Montmeló, sobrepasado el ecuador de carrera, el equipo austriaco le pidió a 'Checo' que le cediera el primer puesto a Verstappen en una orden que no gustó nada al mexicano, pero que acató con entereza.

La realidad es que, tal y como él mismo reconoce, Carlos no se ha terminado de adaptar al monoplaza: "En el pasado, me he adaptado bien a todos los coches, pero el F1-75 me está costando bastante. Está siendo más difícil de lo esperado. Ya lo noté en los test de aquí".

"Es parte de la carrera de un piloto. Hay coches que te van muy bien y otros que te cuestan más. Yendo así, he estado luchando por las poles. No es mucho. Es poco, pero ese poco duele porque es lo que no te permite conseguir poles y victorias. Es algo que te fastidia", ha añadido este fin de semana en Cataluña.

Sobre su papel, Sainz sabe que puede llegar el momento en el que se acabe la igualdad de condiciones: "Sé cuándo puede haber favoritismos y órdenes de equipo. Sé que estamos en la sexta carrera, con 17 por delante y ahora mismo no hay un piloto número 1 y un número 2"

"En igualdad de condiciones. Estamos en una posición en la que todavía puede pasar cualquier cosa. Sé cuáles son mis opciones. Sé cuál es mi relación con Charles (Leclerc) y Mattia (Binotto) y por eso no estoy preocupado", ha añadido,

"No nos olvidemos de que queda mucho todavía. Ceros los van a tener todos. Yo me tengo que centrar en no tener ninguno más. He tenido dos seguidos, que es algo que parece que te pone muy abajo. Primero hay que entender el coche y luego hay que intentar ganar", ha zanjado.

Por su parte, desde Ferrari hacen un llamamiento a la calma. Laurent Mekies, su director deportivo, cree que es "muy pronto para eso". "Creo que si hubieras echado un vistazo al año pasado, la diferencia de puntos al comienzo de la temporada, podrías haber dicho lo mismo", ha señalado, dándole un voto de confianza al madrileño.

"Estamos presionando mucho para asegurarnos de que Carlos pueda adaptarse, pueda sentirse más cómodo. Ha mostrado un rendimiento extremadamente sólido el año pasado, estamos convencidos de que mostrará un desempeño más sólido a muy corto plazo", explica.

"Es la carrera 6 de 22, estamos muy, muy lejos de tener el buen problema del que hablas. Es un tema para mucho después", zanja, cerrado el debate del primer espada y del escudero... por el momento. El próximo fin de semana, en Mónaco, el 'jardín' de Leclerc, puede haber un cambio de mentalidad de darse una nueva hecatombe para Ferrari.