Verano del 2000. Real Madrid y FC Barcelona, en un estío atípico, tenían elecciones al palco y Florentino Pérez, rival de Lorenzo Sanz en los comicios, presentó su candidatura afirmando que si ganaba en el escrutinio, Luis Figo jugaría en el conjunto blanco.

El portugués, ídolo absoluto en el Camp Nou y con el Balón de Oro en el bolsillo, se encontraba ante la diatriba de su vida: dejar su casa o firmar un contrato que le cuadriplicaba el sueldo.

En el documental 'El caso Figo: El fichaje del siglo', Paulo Futre, leyenda del Atlético de Madrid, relata cómo su papel como amigo íntimo de Figo y de su representante, José Veiga, fue clave.

El exjugador fue el primer hombre al que recurrió Florentino para tantear a la entonces estrella del Barça. En una reunión con el candidato, Futre llamó a Veiga, pero este le colgó el teléfono al no dar crédito a lo que escuchaba (el Madrid estaba dispuesto a pagar la cláusula de 60 millones de euros).

Paulo, lejos de soltar el teléfono, aguantó y simuló una conversación con el agente para entonces lanzar un órdago a Pérez: querían una comisión de 10 'kilos'.

"Aquellos 30 o 40 segundos que fingí hablar con José Veiga para pensar algo que decir fueron la clave de toda la operación", relata el exjugador, que al final logró una comisión de "seis millones de euros".

Ese acuerdo dio pie a un precontrato que firmó Veiga con Florentino... y que terminó de 'atar' a Figo. "Existió un precontrato, sí. Lo firme yo. Figo no lo podía firmar (...) Luis Figo nunca vio ese contrato, Florentino nunca tuvo una copia. Había solo una versión. Antes de firmarlo, llamé a Luis Figo y leí todo el contrato. Le pregunté a Luis: ¿Puedo firmarlo? Y Luis me dijo que lo podía firmar", explica el representante.

Este texto incluía una cláusula de penalización de 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros) que debían pagar si Figo se quedaba en el Barça... y cuyo importe habría sido destinado a pagar la cuota de todos los socios blancos si el portugués se quedaba en la Ciudad Condal.

En el documental, el propio Florentino reconoció la 'jugada': "Era una cláusula motivadora, nada más. Figo nunca firmó (el precontrato), por lo que es un contrato que firmamos Veiga y yo que se podía considerar como una declaración de intenciones".

Por ello, según Joan Gaspar, ya presidente del FC Barcelona, cuenta que Luis Figo le pidió un aval bancario de "500 millones de pesetas" para quedarse en el Barça, pero el dirigente lo rechazó. "Es mentira", puntualiza Figo al respecto.

Al final, tal y como todos conocemos, el Real Madrid abonó la cláusula de rescisión de 60 millones, fichó a Figo y Paulo Fuitre y Veiga se repartieron la comisión de seis 'kilos' que el exjugador del Atlético de Madrid logró con un 'teatrillo' a ojos de Florentino.