Dos veces se detuvo el partido entre Monarcas y León de los cuartos de final del Apertura 201. ¿El motivo? Los gritos homófobos que se escucharon desde la grada dirigidos hacia los porteros.

El primero de esos parones tuvo lugar en el minuto 86 de partido. Yairo Moreno fue expulsado y los aficionados no tardaron en lanzar cánticos ofensivos, momento en el que el árbitro decidió suspender el partido un minuto.

Por megafonía, se avisó a los aficionados de que cesasen en esos cánticos. El partido siguió... hasta que los cánticos volvieron. En este caso, los sufrió el portero Rodolfo Cota, que al despejar un balón escuchó cánticos de "pu**".

Los jugadores se fueron del terreno de juego pidiendo a los jugadores que parasen y, al volver, el árbitro añadió 12 minutos de descuento. Si hubiesen seguido los gritos, el partido tendría que haber sido suspendido de manera definitiva.

Es la contundente decisión del árbitro José Alfredo Peñaloza ante los lamentables gritos que se escucharon durante el encuentro, que acabó 3-3.