Tras ser anunciado como nuevo jugador del Sevilla FC en la tarde de este lunes, Sergio Ramos concedió una entrevista a los medios oficiales del club en la que analizó cómo se produjo su fichaje.
18 años después de su salida de Nervión, el central tiró de sentimiento para volver: "Hay cosas que no se pueden comprar con dinero ni con nada, son emociones que cuando uno se deja llevar por el corazón y toma este tipo de decisiones, siempre es una decisión acertada".
"El corazón me pedía volver a casa, tenía una deuda con el sevillismo y quería arreglarlo cuanto antes, con mi abuelo que me hizo sevillista, mi padre que hizo posible mi sueño de debutar, con Puerta, con Reyes, con gente que me conmueve", añadió.
Ofertas y suculentos sueldos no le faltaban: "Tenía la oportunidad de seguir en París, incluso dos años, pero no lo veía. Yo siempre he sido una persona que se ha movido por impulso, por el corazón, y nunca me he movido por dinero. Y el que diga lo contrario, no me conoce".
De hecho, Sergio Ramos esperó hasta el último momento, incluso más allá del cierre de la ventana de fichajes, para volver a la ciudad hispalense.
"Por eso, no tenía sentido irme a Arabia, ni irme a la MLS ni irme a otro sitio que no fuese aquí. Por eso, esperé la llamada hasta el último momento, incluso jugándotela de que te quedaras sin nada", ha aseguro.
En tono jocoso, explicó su espera en términos madridistas, haciendo referencia a su mítico gol en Lisboa en la final de la Champions League ante el Atlético de Madrid en 2014.
"Pero yo tenía ese mínimo de esperanza de que iba a llegar, y de que iba a llegar, y llegó en el minuto 93 como quien dice", ha zanjado Ramos.