Los padres de los futbolistas de los equipos infantiles del CD Alaró y Collerense han pedido disculpas públicas por la batalla campal que algunos de ellos protagonizaron el pasado fin de semana delante de sus hijos en el partido que enfrentaba a ambos clubes de Mallorca.
"Los niños, las familias, los clubes, estamos viviendo momentos muy duros sobre algo que nunca debería haberse producido", señala el comunicado conjunto leído esta tarde en el Ayuntamiento de Alaró por uno de los progenitores. Los padres se enzarzaron en una pelea tumultuosa en la segunda parte del partido tras una dura entrada de uno de los jugadores.
La riña multitudinaria, con intercambio de puñetazos, patadas e insultos se extendió a las gradas, según recoge un vídeo que ha tenido amplia repercusión en las televisiones y en las redes sociales. Los hechos están siendo investigados por la Guardia Civil, que ya ha interrogado a varios padres, y un juzgado de la localidad mallorquina Inca se pronunciará sobre el lamentable suceso.
"Pedimos disculpas y comprensión máxima a nuestros jugadores, socios, seguidores, el resto de familias y todos aquellos que pudieron haberse visto afectados. Esperamos poder dar vuelta a esta situación, aprender de las equivocaciones y aprovechar todo lo que hemos vivido para en estos días para mejorar de cara al futuro", añadió el portavoz de los padres. Ha precisado que van a colaborar "al máximo" con la investigación policial con el objetivo de "poder relatar de forma detallada todos los hechos sucedidos en el campo de fútbol".
Justifican la retirada del equipo de la competición
"En el vídeo editado de 24 segundos no están recogidos ni el acta arbitral ni que el delegado y otros padres fueron los primeros en intentar parar la pelea que se inició ante los niños. Desgraciadamente, en el terreno de juego no se actuó por la seguridad de los niños, hecho éste que nos entristece profundamente", señala el comunicado. También, han justificado la decisión de retirar al equipo infantil de la competición, "la más complicada de todas las que teníamos que tomar", apuntan.
"Lo asumimos como una medida que busca por encima de todo proteger a nuestros hijos en unos momentos muy difíciles para todos; pensamos que estudiadas todas las alternativas ésta es la mejor opción", precisan, para finalizar subrayando que quieren "dejar claro" que no desean culpabilizar, "en ningún caso, a los niños de los incidentes".
"No queremos que suponga el castigo añadido de privarlos de la práctica deportiva del fútbol", ha señalado el portavoz de los padres. Los árbitros del fútbol base de Baleares pararán más de 500 partidos este fin de semana en señal de protesta por la pelea en el campo del Alaró.