La Justicia Federal de Brasil ha dictado este jueves una orden de prisión contra el exfutbolista Robinho para que comience a cumplir la condena que le fue impuesta a nueve años de cárcel por violar a una joven albanesa durante su etapa en un equipo italiano, según han informado fuentes oficiales a EFE.

La decisión del Tribunal ha llegado después de que los abogados de Robinho presentaran este mismo jueves una petición de habeas corpus ante la Corte Suprema para evitar su inmediato encarcelamiento, ordenado este miércoles por otro tribunal para que cumpla en Brasil la pena por violación a la que fue condenado en Italia.

En el escrito de la defensa se sostiene que la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Brasil de homologar la condena a nueve años de prisión emitida por los tribunales italianos contradice la constitución del país sudamericano, que prohíbe la extradición de sus ciudadanos. El Tribunal, que está un escalón por debajo del Supremo, determinó este miércoles por nueve votos a favor y dos en contra que Robinho cumpla su condena en una cárcel brasileña de forma inmediata y en régimen cerrado.

El habeas corpus del que pretendía echar mano la defensa es un mecanismo previsto por la constitución brasileña para quien se sienta amenazado por una orden de prisión que considera ilegal o fruto de un abuso de poder. En esta línea, el letrado del que fuera jugador del Real Madrid justifica su petición en supuestas violaciones al debido proceso en Italia y afirmó que la ley brasileña que permite la homologación de sentencias extranjeras es posterior al crimen cometido.

Unos argumentos que fueron rechazados por el juez instructor, Francisco Falcão. El magistrado explicó en su voto que a la Justicia brasileña no le corresponde revisar la sentencia ya proferida en firme por un tribunal italiano ni abrir un nuevo juicio, sino tan solo revisar si se cumplen todos los requisitos para aceptar la petición de Italia para que el deportista cumpla su pena en Brasil.

Fue durante su época como jugador en el AC Milán, cuando el brasileño, junto a cinco amigos, violaron en grupo a una joven albanesa de 23 años en una conocida discoteca de la ciudad italiana en el año 2013. Cuatro años más tarde, le condenaron, pero para entonces, él ya no jugaba en Italia sino en Brasil, donde no extraditan a sus nacionales. Esta es la razón por la que lleva años eludiendo la cárcel.

Entre las pruebas que se presentaron en el juicio se encuentra una conversación telefónica que data de 2014 y terminó por delatarle. En ella un amigo del futbolista le comunica que la chica había dado su nombre, a lo que el brasileño le contestó: "¿Cómo me llamo? ¿Mi nombre? No me conoce, hombre. La chica estaba muy borracha. Ni siquiera sabe quién soy".

Pero hay más, ya que durante la charla llegan a confesar que abusó de ella. "Te vi meterle el pene en la boca", le dice el mismo amigo ante lo que Robinho, entre risas, asegura que "eso no es tener sexo". Hechos por los que el Santos de Brasil en 2020 donde iba a jugar por tercera vez en su carrera rescindió el contrato con él por respeto a las mujeres.