El Barça se dejó dos puntos en Mallorca. Como en Getafe. Segundo tropezón de la temporada y este miércoles podría perder el liderato de LaLiga. Dos candidatos a esa primera posición: el Girona y el Real Madrid.

Empataron los de Xavi Hernández en Son Moix (2-2) en un encuentro embarrado en el que los chavales, Lamine Yamal y Fermín, despertaron al equipo en el tramo final. Pero el Mallorca acabó resistiendo.

Este Mallorca de Javier Aguirre siempre está ordenado en el campo, es peleón y, sobre todo, directo. Con Muriqi siempre como referencia. En área pequeña anotó el primero de la noche después de un error grosero de Ter Stegen.

El Barça debía despertar. Raphinha era el encargado de echarse a la espalda a los suyos. Él hizo el empate. Un disparo perfecto desde la frontal que colocó pegadito al palo. Eran los mejores momentos del cuadro azulgrana. Raphinha tuvo el segundo en un mano a mano.

Y cuando mejor estaba el Barça, volvió a aparecer el juego directo del Mallorca. Peinó Muriqi y Prats, ante Ter Stegen, definió dentro de la portería. Se marcharían los locales al descanso con ventaja en el marcador.

Tras el descanso, Xavi puso a calentar a Robert Lewandowski. Necesitaba de los goles del polaco. Y tras un disparo de Joao Félix al palo, entró el delantero al campo. Se marchaba Ferran Torres, que apenas tuvo protagonismo.

A Lamine Yamal, nada más salir al campo, le señalaron un penalti. El VAR llamó al colegiado para que revisara en la pantalla el contacto. Y anuló la pena máxima. No era penalti.

Y el empate acabó llegando por parte de otro canterano, Fermín. La dejó pasar Lewandowski en el área y apareció el joven delantero para igualar el duelo en Mallorca.

La salida de los jóvenes revolucionó al Barça, que buscó el tanto de la victoria. Pero no acabó llegando. El Mallorca se quedó con un punto en la visita del Barça a Son Moix después de un partido mayúsculo del gigante Muriqi.