En el 2017 jugó el Atlético su primer partido. Fue contra el Málaga, en un encuentro que los rojiblancos ganaron por 1-0 gracias a un gol de Griezmann. El 17 de octubre visitó el Barça por primera vez el nuevo estadio rojiblanco, y desde entonces Messi contaba sus correteos por el Wanda con cero goles en su cuenta... hasta ahora. Porque hay otro estadio que conoce ya al bueno de Lionel.

Y vaya cómo se dio a conocer el argentino. Como los grandes héroes en las grandes citas, el 10 esperó hasta cuando había que esperar. Corría el minuto 85 cuando tras un ataque del Atlético el Barcelona echó a correr. Vitolo, que prácticamente acababa de entrar por Joao Félix en otras decisiones 'made in Cholo', decidió que bajar no era lo suyo y la contra acabó con gol. Con golazo más bien.

La cogió Messi para conectar con Luis Suárez. El uruguayo, de primeras, hizo pared con el argentino y él hizo lo que mejor sabe hacer. Con el interior, suave y con rosquita, la puso imparable para un Jan Oblak que lo único que pudo hacer es recoger el cuero de su portería.

Hasta ese momento, el 10 apenas había podido tener una acción clara aunque con el paso de los minutos se le notaba más cómodo y más suelto. Tras un inicio fulgurante del Atlético, los rojiblancos bajaron en intensidad y en presión para dejarle el cuero al Barça. No aprovecharon su oportunidad, y lo pagaron.

Porque con Messi no puedes estar a verlas venir. Estuvo cerca en una acción bien tapada por Mario Hermoso y a la segunda clara no perdonó. Fue el castigo para un Atleti que fue de más a menos y que cuando pudo se topó con Ter Stegen. Los cambios desde el banquillo restaron más que sumar y el argentino desniveló la balanza.

El Atlético se va con mejores sensaciones pero de nuevo con una derrota y con cero goles a favor. Los rojiblancos son sextos y suman tan solo dos victorias en los últimos nueve partidos de LaLiga. Nubes muy negras hay en el cielo del Metropolitano.