El central del Arsenal Per Mertesacker, dio a conocer los problemas que sufre antes de cada partido, y su deseo de que termine la temporada en junio y "ser libre por primera vez en la vida". El alemán ha confesado que sufre náuseas y vómitos antes de cada partido.

"Mi estómago se revuelve como si tuviera que vomitar. En una ocasión tragué la bilis tan fuerte que hasta que mis ojos se llenaron de lágrimas. Giraba la cabeza hacia un lado y la barbilla hacia los hombros para que nadie se diera cuenta. Las cámaras de televisión no lo viesen, el entrenador no se enterase y los compañeros de equipo tampoco".

Pero también es consciente de lo mucho que le ha dado el fútbol, "todo esto no puede sonar como una queja, porque por supuesto soy consciente de los privilegios de mi vida. Es la primera vez que cuento lo de las náuseas. Luego viene la diarrea, en la mañana de cada día de partido, mirando hacia atrás ha ocurrido en más de 500 días de mi vida. Desde la cama tengo que ir de inmediato al baño, después del desayuno hasta el inodoro, desde el almuerzo hasta el baño, en el estadio otra vez al baño.

El alemán ya espera que llegue junio para terminar su carrera, aunque no juega con el Arsenal, sigue estando en plantilla; "Mi cuerpo está roto, tiene que terminar. Todo el mundo dice que saborearé el último año, jugaré tanto como pueda y absorberé todo pero no. Prefiero sentarme en el banquillo, incluso en la grada. Pero incluso si vomito antes de cada juego y voy a rehabilitación 20 veces al mes, lo haría una y otra vez. Valió la pena por los recuerdos".