Kheira Hamraoui ha vivido una primera temporada en París para olvidar. En lo deportivo, el Olympique de Lyon se convirtió en el verdugo del París Saint-Germain, tanto en la competición doméstica como en la UEFA Champions League, levantando ambos trofeos. Sin embargo, no conquistar ningún título no es lo más importante en este caso, teniendo en cuenta la horrible experiencia que tuvo que vivir la futbolista.

La francesa pasó por uno de los peores momentos de su vida cuando fue atacada por unos asaltantes que no dudaron en golpear sus piernas con una barra de hierro. Numerosos rumores sobre quién pudo encargar la brutal agresión y unas impactantes imágenes posteriores sobrecogieron a todo el país. Ahora, Hamraoui ha roto su silencio y se ha pronunciado al respecto en una entrevista concedida al medio 'L´Equipe'.

"Experimenté un ataque de una violencia increíble. Dos desconocidos encapuchados me sacaron del coche en el que viajaba para golpearme en las piernas con barras de hierro. Esa noche, realmente pensé que me iba a quedar allí... Estaba gritando de dolor. Traté de protegerme lo más posible. Guardo un recuerdo muy doloroso", comenzó recordando la centrocampista.

Es más, varios días después de las agresiones, el calvario continuó. "Estaba completamente demacrada, perdida, confundida y abrumada por los acontecimientos. Me costó varios días volver a la superficie, pero llegaron doble de problemas para mí. Recién salida de un episodio traumático, sentí que el peso de la máquina mediática se activaba, estaba atrapada en una tormenta", señaló.

Todavía se desconocen los motivos de la paliza y la persona responsable, pero después de lo sucedido salieron varios nombres propios a la luz, ya que los asaltadores tenían una hoja de ruta muy clara. Aminata Diallo, principal sospechosa: "Una verdadera emboscada. Estos individuos me estaban esperando detrás de un camión. Estaban en el lugar correcto en el momento correcto. ¿Cómo podían estar tan bien informados?".

"Una cosa es cierta, fui víctima de un terrible ataque. No participaré en este 'tribunal mediático', no tiene sentido para mí. Fui escuchada por los investigadores, conté lo que viví. Que cada uno se quede en su sitio. No soy ni juez, ni investigador, ni fiscal. Confío en que los tribunales arrojen luz sobre este caso. Se han explorado muchas vías. Este es el papel de los investigadores", añadió.

A pesar de no comprender cómo pudo ocurrir todo, Hamraoui no pierde la esperanza y confía en que se hará justicia. "La investigación evoluciona. Necesito que esto se materialice para poder avanzar en mi reconstrucción personal. Estoy tranquila y paciente. La verdad eventualmente saldrá a la luz. Yo llevaba una vida tranquila como profesional, junto a mi familia y mis amigos".

"Hoy siento principalmente injusticia, pero también tristeza. Me atormentan muchas preguntas: '¿Por qué a mí? ¿Por qué tanta violencia?' Necesito que salga todo a la luz para poder calmarme. Fui objeto de una campaña de denigración para desestabilizarme. Esta vez me tocó a mí. Hubo otros en el pasado y mañana señalarán a otro. Es triste, y no es fácil convivir con ello. Miles de periodistas, aficionados, blogueros o youtubers han hablado sin saber nada", agregó.

Lo que más sorprendió a la jugadora francesa fue saltar al césped en el partido posterior a lo ocurrido y encontrarse con los pitos de su propia afición: "Cuando entré al partido, escuché cánticos hostiles e insultos provenientes de las gradas. Estaba sorprendida, sorprendida y asustada al mismo tiempo. De alguna manera, traté de ignorarlo centrándome en el partido. Al final del partido me derrumbé".

Las sensaciones en el vestuario también cambiaron después del incidente: "Regresé a entrenar tres o cuatro semanas después del ataque. Fue la mejor manera de sanar el dolor y el sufrimiento. Trabajé tres veces más fuera que dentro del campo. Necesitaba ese equilibrio para no hundirme. Mis actuaciones también fueron buenas y después de toda este sacrificio, incluso me llamaron para que volviera a la selección francesa".

"El vestuario estaba bloqueado. El ambiente estaba enrarecido. Las chicas se debatieron entre la incomprensión, el miedo y la ira. La gran mayoría me apoyó, como mucho personal del club. Mi recuperación hubiera sido mucho más difícil sin ellos. También quiero agradecer a mi familia y amigos más legales que han estado a mi lado durante todo este calvario", explicó.

No obstante, con su futuro en el aire, la centrocampista francesa ha expresado claramente su deseo de continuar en el PSG la próxima temporada: "El club ha puesto medidas para protegerme y ayudarme. Tengo contrato hasta junio de 2023 y estoy a disposición para la próxima temporada. Mi pasión y deseo están intactos".

Por último, repasó asuntos de su vida privada y su relación con Eric Abidal: "Pedí un poco de decencia, que respetaran mi intimidad y mi vida privada. El tema de Éric Abidal no tiene nada que ver con la agresión de la que fui víctima. Siento que fue una cortina de humo diseñada para mantenernos alejados de la manifestación de la verdad".