La pasada Eurocopa ganada por Italia estuvo marcada por el paró cardiaco que sufrió Christian Eriksen en el Dinamarca-Finlandia y que puso en peligro su vida. Todo el estadio en Copenhague enmudeció durante minutos, hasta que fue retirado en camilla entre aplausos.

La historia acabó de manera feliz, con el danés volviendo al máximo nivel primero en el Brentford y, ahora, en el Manchester United. Pero en aquel momento, el centrocampista pertenecía al Inter de Milán, que tuvo que renunciar a sus servicios.

La liga italiana no permite jugar a jugadores que hayan sufrido episodios similares o que lleven desfibriladores en el cuerpo. Por tanto, pese a que los milaneses pusieron todas las facilidades del mundo para la recuperación de Eriksen, tuvieron que liberarle de su contrato al no poder seguir contando con él.

Ahora, el Inter ha publicado sus cuentas de la anterior temporada y se ha conocido el dinero que la UEFA pagó a los italianos: tres millones de euros. Esa fue la indemnización de la organización por Eriksen, ya que el incidente ocurrió en una competición dirigida por ellos.

El fútbol no volverá a juntar a Eriksen e Inter, al menos no en una relación jugador-club, pero ambos han acabado felizmente su etapa. Uno volvió a los terrenos de juego al máximo nivel en la Premier League, mientras que los otros se llevan una importante indemnización por todo lo ocurrido con el danés.