Kevin Gameiro, delantero francés del Atlético de Madrid, aclaró que la etiqueta de suplente de lujo no le gusta y aseveró que "hay que saber ser un poco egoísta" para marcar territorio.

"En Sevilla, cuando me tocaba banquillo, no estaba contento y lo mostraba. Me quisieron poner la etiqueta de suplente determinante, revulsivo, porque cuando entraba en el lugar de (Carlos) Bacca, siempre marcaba. Pero rápidamente yo me decía: 'No, no soy un suplente de lujo'", dijo Gameiro, en una entrevista publicada hoy en la revista "France Football".

Su etapa con 'Ibra'

Gameiro, de 29 años y 11 partidos internacionales (tres goles), recordó su paso por el París Saint-Germain (PSG) entre 2011 y 2013, periodo en el que estuvo a la sombra del sueco Zlatan Ibrahimovic.

"No conseguí imponerme ante mis compañeros. Ellos buscaban a Zlatan mucho más que a mí. Con su carisma, él no necesitaba casi correr para que le hiciesen pases. Yo no tenía eso. Pero aprendí mucho en esa situación", refirió el delantero. "Daba la impresión de que no era un matador, de que era demasiado simpático (...) En París, eso se veía como un signo de debilidad. Hay que saber ser un poco egoísta", asumió.

"Hay que ser pillo"

Gameiro, contratado por el Atlético de Madrid por casi 40 millones procedente del Sevilla (2013-2016), lamentó la falta de reconocimiento entre la prensa francesa, en oposición a la española, y contó cuál es uno de sus puntos fuertes tanto fuera como dentro del terreno de juego.

"Hay que ser pillo. Yo siempre he sido un pillo en mi vida y dentro del terreno de juego. Cuando me peleaba con mi hermano, él siempre lo pagaba, porque él me daba delante de mi padre y yo le daba también, pero a escondidas, sin que me viese mi padre", confesó.