Un gol de Gerard Moreno le bastó al Espanyol para agitar un choque igualado y derrotar al Betis en Cornellà, que presentó un fútbol fluido, sereno y seguro y que dispuso de ocasiones claras, pero que se encontró con un anfitrión con más pegada y con un Pau López estelar bajo palos.
El Espanyol y el Betis tantearon sus opciones en el primer cuarto de hora. Ningún equipo disfrutaba de oportunidades claras, más allá de tiros lejanos. Los de Setién disfrutaban combinando y el anfitrión exhibía su velocidad y voluntad, aunque sin pegada.
Uno de los problemas que arrastra el bloque desde hace algunas jornadas. A partir del minuto 16, las revoluciones subieron. Fabián envío un latigazo desde la frontal a la cruceta. Pau López se estiró con velocidad. Fue la mejor ocasión verdiblanca hasta entonces. En el 19, Gerard Moreno puso la réplica: el catalán, en el área pequeña, cabeceó un córner de Piatti que fue a las manos de Adán.
Minutos finales movidos
Después fue el turno de Guardado, muy activo. El mexicano examinó los reflejos de Pau López, que atrapó el zurdazo. El partido bajó su intensidad en ambas áreas, pero mantuvo el ritmo en las idas y venidas, en la circulación de balón, por parte del Betis, y en las llegadas desde la banda, la mayoría blanquiazules. En los minutos finales de la primera mitad llegó la polémica.
El Espanyol pidió penalti por un supuesto agarrón en el área a Hermoso. El colegiado decidió ignorar la acción. Tras el descanso, la iniciativa del Espanyol era mayor. Los de Quique Sánchez Flores salieron dispuestos a desequilibrar el partido, con más presión, hambre e intensidad. El anfitrión tuvo premio muy rápido. En el minuto 54, Gerard Moreno controló entre los centrales con el pecho y firmó un cañonazo imparable.
El centro de Piatti también fue para enmarcar. El 1-0, el cuarto gol de Moreno este curso, encendió aún más el ímpetu de los catalanes, que se encontraban en su momento más inspirado. El Betis, de todos modos, no perdía la calma ni tampoco su precisión en el pase. Aún así, su frescura arriba había descendido.
Salvó Pau López
Ambos técnicos movieron el banquillo y el guión del encuentro no se movió en exceso. Los andaluces tenían problemas para inquietar a Pau López con contundencia, mientras que el Espanyol tampoco se conformaba con replegarse atrás. De hecho, Baptistao y Jurado tuvieron acercamientos peligroso, sin suficiente puntería.
Cuando quedaban cinco minutos, lo blanquiazules dieron un paso atrás con la entrada de Diop. Asegurar el resultado era la prioridad. Sergio León tuvo la oportunidad de empatar en el 87: se plantó con facilidad ante Pau y intentó un tiro cruzado, pero el gerundense sacó una mano estelar.