Con el 'A'. O con el 'B'. E incluso con el 'C'. Con el que salga, el Real Madrid es el Real Madrid. Y el Real Madrid es mucho. Así fue para el Granada, para el descendido Granada, que fue superado de forma absoluta desde el primer minuto y que sucumbió sin oponer resistencia por 0-4. Dos dobletes de James y Morata sirvieron a los blancos para mantener el pulso por LaLiga y para que el ansiado título siga dependiendo única y exclusivamente de ellos.
Ni tres minutos tardó el equipo de Zidane en desnivelar el encuentro. Un tuya-mía tuya-mía del Real Madrid acabó en pies de Morata, y posteriormente en los de Lucas Vázquez. El gallego puso un preciso pase para James y este logró el primero de los suyos y de su cuenta particular. Y es que no se llevaba ni un cuarto de hora cuando el colombiano completó su doblete con un tanto de cabeza a pase de Coentrao. Sí, de Coentrao.
De hecho Fabio hizo un partido más que destacable por su banda, permitiendo por fin un recambio natural para que Marcelo descanse y llegue con piernas frescas para el derbi de Champions en el Vicente Calderón. Así parece llegar Morata, y es que aunque el chaval está jugando mientras otros descansan parece estar como si acabase de empezar la temporada. Entró Danilo por su banda, la puso al corazón del área y el 21, de primeras, anotó por toda la escuadra ante un superado Ochoa.
Fue su primer gol. A los cinco minutos marcaría el segundo. Lo haría con una maniobra marca de la casa, cogiendo el cuero en un costado del área y con un buen par de recortes a la inoperante zaga nazarí. Con un tiro seco, volvió a batir a Ochoa. Poco más de media hora se llevaba de encuentro... y ya estaba todo resuelto.
El segundo acto sirvió para dar minutos a Benzema a ver si Karim se animaba a marcar una diana, pero la orgía goleadora de la primera parte se detuvo. No por falta de ocasiones, porque Ramos y Danilo tuvieron dos bastante claras para completar la manita. No hubo manita, pero el 0-4 fue más que suficiente ante un rival, el Granada, que tan solo sacó algo de orgullo cuando el encuentro se convirtió en un correcalles.
Victoria fácil, holgada, con los más habituales sumando minutos de descanso y con los menos volviendo a mostrar que están al nivel de los mejores equipos de LaLiga. Goleada blanca entre Champions para llegar con más subidón a la vuelta ante el Atleti y para que el título, el que se resiste desde 2012, siga estando en su mano.