El Espanyol firmó una actuación gris ante el Villarreal, que se adelantó en el minuto 25 gracias a Rodri, pero, con un acelerón final, empató con un tanto de falta de Esteban Granero (m.86) y rozó la victoria con un disparo de Baptistao al larguero antes del silbido final.
Fornals mandó el balón a un poste a los cinco minuto de partido tras un error de Víctor Sánchez en la salida de balón. El Villarreal estaba atento y metido en el partido, pero el ritmo era del Espanyol. A partir de ese susto, fue el anfitrión el que mandó en posesión y en acercamientos al área rival.
Con tres delanteros, Gerard Moreno, Baptistao y Sergio García, la presión blanquiazul era intensa. En defensa, los locales tampoco dejaban espacios, aunque sin anular completamente el fútbol amarillo. Los de Javi Calleja no estaban del todo incómodos en el RCDE Stadium y cuando llegaban lo hacían con peligro.
Quedó claro en el minuto 25, cuando Rodri batió a Diego López. Ünal probó fortuna en el área y Carlos Sánchez rechazó el balón: el meta no pudo hacer nada ante este segundo intento. El 0-1 provocó los primeros silbidos de la grada perica, que se intensificaron cuando Ünal remató al lateral de la red.
La inspiración que destilaba el Espanyol en los primeros minutos del choque se acabó en esta primera mitad. Un tiro forzado de Granero y algún que otro centro fue todo lo que hizo el cuadro local.
El Villarreal, por su parte, seguía activo en el área contraria, aunque sin riesgos. Ünal se mostró muy incisivo. Los de Quique Sánchez Flores se fueron a los vestuarios con silbidos generalizados como banda sonora.
En la reanudación, el técnico blanquiazul sentó a Darder, ubicó a Marc Navarro en el lateral derecho y adelantó a Víctor Sánchez al pivote. Javi Calleja no tocó una apuesta que había funcionado hasta entonces. El Villarreal estaba muy tranquilo. Delante tenía un equipo que, pese a necesitar imperiosamente un gol, no chutaba entre los tres palos.
Asenjo apenas tenía trabajo, más allá de vigilar algún que otro centro desde la banda derecha. Víctor Ruiz y Álvaro se mostraron muy seguros. En ataque, los amarillos también disfrutaban de muchas facilidades. Además, no necesitaban una excesiva voluntad ofensiva.
Cherysev llegó por primera vez en el minuto 59 y arrancó un disparo forzado que obligó a estirarse a Diego López. De nuevo, aparecieron los pitos en el RCDE Stadium. El partido del Espanyol era muy gris y las opciones de remontada parecían utópicas. No había salida de balón ni pegada.
Y además, el Villarreal no se relajaba. En el minuto 72, Bacca, justo cuando saltó al césped, se coló entre los centrales con velocidad, regateó a Diego López y tiró a puerta, aunque forzado y sin éxito. Con el conjunto amarillo atrás, los blanquiazules aprovecharon para firmar sus mejores acciones.
Centros de Piatti y de Gerard Moreno y una chilena de este último: fogonazos que encendieron a la grada en la recta final. Pero los fuegos artificiales los pondría Esteban Granero con un gol de falta directa. El empate llegó en el minuto 86.
El centrocampista, que antes ya había intentado empatar a balón parado con menos puntería, firmó un latigazo de pizarra por el lado izquierdo de la portería y sorprendió totalmente a Asenjo. La afición cambió los pitos por cánticos, buscando la reacción y la victoria.
Finalmente, el duelo quedó en tablas, pero el Espanyol lo intentó hasta el silbido final. Baptistao mandó el balón al larguero y Gerard Moreno al lateral de la portería justo antes del cierre del choque.