Zidane tiene razón: la Liga aún no está sentenciada. Pero no porque el Real Madrid sea la mayor oposición para el Barça, sino porque el Atlético no baja los brazos en la persecución de los culés. Los rojiblancos, en un partido serio lleno de oficio y sentido táctico, han aprovechado el empate de los azulgranas ante el Espanyol con un triunfo por 1-0 contra el Valencia. Todo gracias a un trallazo de Ángel Correa.
Se respiraba Champions en el Wanda. Por la hora, las 20:45, y sobre todo por el rival. Por un rival renacido, revitalizado y que ha resurgido con Marcelino en el banquillo. El Valencia, un grande que ya parece haber dejado atrás el bache, brindaba en Madrid una noche de Liga entre segundo y tercero. Brindaba una ocasión para ver un partido entre dos colosos de España y de Europa.
El Atleti, eso sí, es más Atleti que el que era en la ida, y el Valencia parece ser menos Valencia. O un Valencia que sabe que la Copa del Rey le puede dar una buena alegría este curso. Los del Cholo cada vez están más cómodos, seguros y felices en el Metropolitano, en su nueva casa, y comenzaron con calma y manejando el tempo y el tiempo de un duelo en el que todo detalle importa.
Con Correa por la derecha y con un activo Carrasco por la izquierda, los rojiblancos no daban con la tecla ante un Valencia muy bien colocado. Costa apenas entró en juego, y con Griezmann sucedía exactamente igual. Táctica primero, imaginación después. Esa parecía ser una premisa que Saúl hizo buena con un zapatazo desde lejísimos que hizo esforzarse a Neto.
Ahí se empezó a animar el encuentro. Diego Costa pudo animarlo más, pero se encontró con un arquero che que hizo una de las paradas de la jornada en un cabezazo tras corner botado por Koke. Despertó el Valencia, que acabó el primer acto achuchando a un cuadro de Simeone que, eso sí, no pasó ni un solo apuro en los primeros 45 minutos.
Tan solo la lesión de Savic, por un problema muscular, se salió del guión de Simeone. Y a Savic se le unió Godín, tras un choque en el área con Neto que le dejó tocada la mandíbula y muy posiblemente la dentadura. Pero entre las dificultades, y entre el orden, llegó él. Llegó el 'ángel' del Atleti'. Correa controló, se giró, y desde fuera del área, derechazo a la escuadra imparable para Neto.
Con talento se deshizo la igualdad. Una que siguió siendo la nota predominante en la media hora restante de partido. Porque el Atleti no se descosió, dejando a Diego Costa arriba para buscar petróleo. Y porque el Valencia cada vez notaba más el pesar de los minutos del Wanda y del Camp Nou. Toque, toque y más toque para dejar pasar los minutos con balón. Y presión tras pérdida para recuperar rápido la posesión. Perfecto oficio del equipo de Simeone. Y perfecto Griezmann manejando el tiempo.
Nueve son los puntos que separan al Barcelona y al Atlético, y nueve y diez son los que marcan de distancia los rojiblancos con Valencia y Real Madrid respectivamente. Los de Simeone se afianzan en la segunda plaza del campeonato.