No defraudó este Clásico. No defraudó el partido del Santiago Bernabéu entre los dos gigantes de LaLiga. Real Madrid y Barcelona firmaron un duelo que tuvo goles, golazos, polémica, lesiones, tensión, nerviosismo... y que acabó como le gusta a los blancos, pero al revés. Lionel Messi dio el triunfo a los culés en el minuto 91 para deshacer el empate con el que fue su segundo gol particular. Ramos, expulsado con roja directa.
Dos grandes no, dos gigantes del fútbol español, europeo y mundial se dieron cita en el Santiago Bernabéu. Messi, Cristiano, Luis Suárez, Rakitic, Modric, Piqué, Ramos... todos en el mismo campo. Todos luchando por la victoria. Todos luchando por unos puntos que bien puede valer una Liga. Así pues, el comienzo fue lo que se esperaba que fuera: el Real Madrid salió muy intenso, presionando y buscando desnivelar pronto el duelo. Actuando como el equipo local que era en este Clásico.
Así pues, los blancos tuvieron a su merced al Barça durante los primeros compases del envite, en los que los azulgranas parecían algo dormidos. Sin embargo, con el paso de los minutos, y con un cada vez más participativo Lionel Messi, el cuadro azulgrana comenzó a dominar. Con Casemiro y Marcelo jugándose algo más que la amarilla, el argentino comenzó a encontrarse en el césped del Paseo de La Castellana.
Casemiro, gol y expulsión perdonada
Sin embargo, la igualdad era evidente. Cualquera podía desnivelar el envite viendo el poder ofensivo de ambos y la fragilidad en defensa que mostraban. Fue el Real Madrid el que golpeó primero, con una acción en la que los azulgranas reclamaron un inexistente fuera de juego de Ramos. El camero disparó al palo, pero el rechazo le cayó justo a un Casemiro que fue el más listo de todos. El mediocentro, sin nadie del Barça que le siguiera, tan solo tuvo que colocar el cuero en las mallas.
Pero Messi empezaba a encontrar espacios. Con un apósito en la boca por un codazo de Marcelo que quedó sin castigo alguno, el argentino enganchó una bola en la frontal, se fue de Nacho y de Carvajal y, con calma, puso su disparo en el arco de Keylor Navas. Casemiro se jugó la roja, otra vez, pero el duelo se iría al descanso con 1-1. Lo mejor, eso sí, estaba por llegar.
Ramos, a la calle por una durísima entrada sobre Messi
Porque con un arbitraje más que cuestionable para uno y para otro equipo, con errores de apreciación en ambos sentidos, la polémica estaba clara en este Clásico. Llegó de la mano de Sergio Ramos, que se fue a la calle con roja directa tras una durísima entrada a Lionel Messi. El andaluz entró con los tacos de ambas botas por delante en una peligrosa acción que le valió el camino a vesturiaros. En él, le recriminó a Piqué sus constantes habladurías sobre el trabajo de los colegiados.
En ese instante, el luminoso ya marcaba 1-2 gracias a un enorme golazo de Ivan Rakitic. Pudo llegar antes, pero Keylor Navas estuvo sobresaliente en todo lo que le fue llegando a sus dominios. Lo sacaba todo, pero el Real Madrid, tras la expulsión de su central, parecía caer presa del nerviosismo. Cristiano, completamente desaparecido. Bale, lesionado en el minuto 35. Y Benzema, en su versión Liga. Ante eso, Asensio era el que más claras tenía las ideas en el apartado ofensivo, con Modric y Kovacic en la sala de máquinas tras el cambio por Casemiro.
Messi decide como le gusta al Real Madrid
Aunque ya se sabe. Ya se conoce. Cuando peor se ponen las cosas es cuando aparece el Real Madrid. Y, en el Clásico, apareció. Con diez jugadores, con un estado evidente de nerviosismo, Marcelo puso la claridad con un centro al corazón del área para James Rodríguez. El colombiano no desaprovechó la ocasión para poner el 2-2 pero, casualidades de la vida, o del destino, Lionel Messi marcó el gol de la victoria del Barça en los minutos madridistas. En el 'noventayrramos', el argentino puso con clase y con su zurda una buena jugada colectiva del Barcelona.
LaLiga se anima. El Barcelona se alza con el liderato, aunque los de Zidane tienen que jugar todavía el partido aplazado contra el Celta en Vigo. De momento, los culés han pasado del batacazo de la Champions a ilusionarse con un título, el de la regularidad, que parecía decantado para el cuadro blanco con un empate que sabía a victoria. Sin embargo, quién sabe si ese gol de Messi, ese gol en el último instante, puede arrebatar al Real Madrid esta Liga.