El Chelsea se clasificó para su segunda final de FA Cup (Copa de Inglaterra) consecutiva después de superar en el estadio de Wembley en un trabajado encuentro al Southampton por 2-0, gracias a los tantos del francés Olivier Giroud y del español Álvaro Morata.
Los hombres de Antonio Conte, quintos en la Premier League y eliminados hace meses en la Champions, pugnarán por el único título en juego en Inglaterra el próximo 19 de mayo en este mismo escenario con el Manchester United, verdugo el sábado del Tottenham Hotspur (2-1).
La segunda semifinal, a priori la más desequilibrada de las dos, medía a un Chelsea que había recuperado sensaciones en las últimas semanas y que todavía soñaba con acabar la liga entre los cuatro primeros con un Southampton necesitado, enfrascado en la batalla por evitar el descenso y que no ganaba un partido en la Premier desde el 17 de febrero.
El finalista del pasado año -cayó en la final ante el Arsenal- salió con sorpresas en su once. Con Courtois tocado y Marcos Alonso sancionado, Conte se decantó por el argentino Willy Caballero en la portería y por Emerson en el costado izquierdo, en un sistema 3-4-3 con Giroud como jugador más adelantado en lugar del habitual Morata.
En los 'Saints', Mark Hughes cambió el esquema y apostó de inicio por un 3-5-2, con los rápidos Long y Austin arriba, y el músculo de Lemina en la línea de volantes en lugar de la creación de Ward-Prowse.
La primera mitad fue equilibrada, con Hazard, nombrado mejor futbolista del partido, llevando la manija del ataque de los 'Blues' y el Southampton replegado atrás buscando las 'contras' con sus dos balas arriba.
La mejor ocasión de los primeros 45 minutos la tuvo, sin embargo, el brasileño Willian -fue sustituido en la segunda mitad y se marchó visiblemente enfadado- después de una pérdida de Oriol Romeu en su campo y un gran contragolpe liderado por Hazard que el '22' no logró culminar. Su buen disparo con la zurda lo repelió el travesaño ante un Caballero que se quedó quieto.
El encargado de romper la paridad fue Giroud, que respondió a la confianza de Conte de la mejor manera posible. Un minuto después del intervalo, el aguerrido punta francés recogió un pase de Hazard y, en un gran movimiento, fue driblando rivales hasta dejar sentados a Lemina, Yoshida, Cedric y Bednarek, despistó al guardameta McCarthy y definió suave con la derecha.
Movió entonces el banquillo Hughes buscando más profundidad y dio entrada a los extremos Tadic y Redmond por Hojbjerg y Long, respectivamente. Mejoraron los del sur de Inglaterra, que a punto estuvieron de igualar el choque con un disparo de Redmond que Caballero, desde el suelo, consiguió despejar a saque de esquina.
Reaccionó bien el Chelsea y dio la puntilla a los 'Saints' a falta de ocho minutos para el final. Morata, que había sustituido a Giroud tres minutos antes, recibió un centro milimétrico de su mejor socio, Azpilicueta, ganó el salto a Hoedt y picó con la cabeza el balón fuera del alcance de un McCarthy que hizo la estatua.
No se volvió a tocar el luminoso de Wembley y el Chelsea se acabó apuntando un triunfo merecido que lo mete en su segunda final de Copa de Inglaterra consecutiva.