Bélgica hizo gala de su arrollador fútbol de ataque (8-1) y pasó por encima de Estonia en un partido que fue desde el primer minuto para los 'diablos rojos' y en el que los visitantes no tuvieron ninguna oportunidad real de darle la vuelta al marcador. Bajo la dirección del español Roberto Martínez, Bélgica ha logrado la victoria más amplia en once años, desde que venciese por 8-0 a San Marino, el 7 de septiembre 2005. Fuerza física, control del balón y rapidez.

Los locales crearon peligro por las dos bandas, tanto por la izquierda con el jugador del Atlético de Madrid Yannick Carrasco como por la derecha con Dries Mertens y Thomas Meunier. En el medio, Eden Hazard distribuyó el juego y dio muestras de genialidad futbolística, además de marcar un gol. Romelu Lukaku no solo batió dos veces al portero estonio, sino que sus pases fueron también decisivos para la victoria de Bélgica.

Estonia hizo lo que pudo, incluso pareció durante los primeros cinco minutos que podría plantar cara.En el minuto 8, un centro de Carrasco desde el vértice del área fue cabeceado por Meunier, que consiguió colar la pelota en las redes de Mihkel Aksalu.

Mertens empieza su fiesta particular

Bélgica no se conformó y siguió atacando, con una combinación de control de juego y repentinos pases verticales que rompieron una y otra vez las líneas defensivas de los visitantes. El segundo tuvo como origen un disparo a balón parado de Mertens cuya dirección fue modificada involuntariamente por el capitán estonio Klavan, mientras que el 3-0 fue una muestra inequívoca del fútbol de ofensivo de Bélgica.

La jugada apenas duró unos segundos. Lukaku recibió un balón bombeado y se la pasó con el pecho a Mertens, que la soltó al primer toque en un pase casi vertical que dejó a Hazard delante del portero. El capitán de Bélgica ni la controló, sino que disparó directamente. En apenas tres toques los hombres de Roberto Martínez habían batido la portería de Estonia por tercera vez. No obstante, en el minuto 35 de la primera parte se aprovecharon de un error clamoroso de la defensa belga, que perdió la pelota en su propia área. Henri Anier, con un disparo a media vuelta, batió al portero belga.

Carrasco materializó el 4-1 a placer tras un pase de Lukaku, mientras que el 5-1 fue de Klavan en propia puerta. Martens se encargó de marcar el sexto poco minutos después con un genial disparo, a medio camino entre el tiro directo y la vaselina. Lukaku no desaprovechó sus oportunidades al final del partido y metió los dos últimos goles de Bélgica, con una defensa visitante totalmente desdibujada.

Con esta victoria Bélgica confirma su excelente inicio en la carrera hacia el Mundial de 2018 al haber ganado los cuatro partidos que ha jugado hasta el momento.