Ciclismo, tradición y símbolos

La historia y el significado de los maillots del Tour de Francia

Los maillots del Tour de Francia no son simples camisetas: cada color tiene una historia, un origen y un significado. Descubre qué representa cada uno y por qué se han convertido en símbolos clave del ciclismo mundial.

Carlos Sastre luciendo el maillot amarillo durante el Tour de Francia de 2008Carlos Sastre luciendo el maillot amarillo durante el Tour de Francia de 2008Wikimedia

Cada mes de julio, el Tour de Francia inunda las carreteras del país con emoción, esfuerzo y colores. Más allá de los paisajes, los ataques en montaña y los esprints, hay algo que salta a la vista incluso para quienes no siguen el ciclismo a diario: los maillots.

Esas camisetas de colores intensos que portan algunos corredores no son decorativas, sino que reflejan liderazgos, historia y prestigio. Pero ¿por qué son de esos colores? ¿Qué representan y cuándo surgieron? ¿Cuál es la historia y el significado de los maillots del Tour de Francia?

El maillot amarillo, símbolo del líder

El maillot amarillo es, sin duda, el más popular de todos. Lo viste el líder de la clasificación general, es decir, el corredor con el menor tiempo acumulado a lo largo de todas las etapas.

Se introdujo en 1919, y su color no fue casual: Henri Desgrange, director del Tour y fundador del periódico L'Auto, eligió ese tono porque era el color del papel en el que se imprimía su diario que, además, patrocinaba la competición. Así, el líder del Tour pasaría a ser visible y reconocible por todos, tanto en carrera como en las fotos de prensa.

Desde entonces, portar el maillot amarillo se ha convertido en todo un símbolo de constancia, regularidad y excelencia a lo largo de tres semanas de competición.

El maillot verde, el más rápido del pelotón

Creado en 1953, el maillot verde se otorga al líder de la clasificación por puntos, premiando así la regularidad en los esprints intermedios y las llegadas masivas. El color verde fue elegido originalmente porque el patrocinador de esta clasificación era una empresa de productos de jardinería.

Aunque puede ganarlo un corredor todoterreno, este maillot suele estar disputado por los velocistas, es decir: aquellos ciclistas especializados en esprint que brillan en las etapas llanas. Figuras como Erik Zabel, Peter Sagan o Mark Cavendish han hecho del verde su color insignia en el Tour.

El maillot de lunares para el rey de la montaña

Uno de los maillots más originales y diferentes es el de lunares rojos sobre fondo blanco. Fue introducido en 1975 para distinguir al mejor escalador del Tour, y está dirigido a los ciclistas que pasan primero por los puertos de montaña. Gana quien acumula más puntos en las cimas, no necesariamente quien gana etapas.

Su origen está también ligado a un patrocinador: una marca de chocolates que usaba ese mismo patrón en su envoltorio. Con los años, este maillot ha vestido a escaladores legendarios como Richard Virenque, Luis Herrera o Rafał Majka.

El maillot blanco: la promesa del futuro

También en 1975 se introdujo el maillot blanco, destinado al mejor ciclista joven (menor de 25 años) en la clasificación general. Es una forma de destacar a las promesas del ciclismo internacional, que compiten de tú a tú con los veteranos.

Muchos de los grandes nombres de la última década, como Tadej Pogačar o Egan Bernal, ganaron primero el maillot blanco antes de conquistar el amarillo. Es, en cierto modo, un anticipo del futuro del ciclismo.