La puesta en escena fue algo mejor por parte de los de casa (10-5), pero el encuentro se igualó pronto con Milton Doyle y Campazzo, ambos con ocho puntos anotados en los instantes iniciales, tirando del ataque de sus respectivos equipos (13-14).

El primer cuarto, ya con Llull en la cancha, acabó con mínima ventaja madridista (18-19) y en el segundo se sucedieron las alternativas. El conjunto dirigido por Sito Alonso, con un parcial de 8-0, logró mandar de nuevo y un triple de Dino Radoncic, jugador que el Madrid tiene cedido en el UCAM CB, obligó a Pablo Laso a parar el encuentro con tiempo muerto con 31-28 en el marcador.

Una rápida respuesta de los blancos les permitió retirarse al vestuario de nuevo por delante, pero con la sensación de que el encuentro podía ser largo (37-39). El conjunto grana, pese a dominar de forma abrumadora en cuanto al rebote ofensivo -12 capturas por tan sólo una de su rival-, tan sólo dominaba por un solo punto en el ecuador del tercer periodo (48-47) con Askia Booker apareciendo con acierto.

Sin embargo, el Madrid, intensificando su defensa, le endosó al UCAM CB un parcial de 0-7 que luego se convirtió en un 4-16 para mandar por 52-63 después del segundo mate de Walter Tavares en el partido.

Los locales, apelando al orgullo, recortaron su desventaja antes de finalizar este periodo (56-63) y en el último, con Brad Oleson asumiendo tiros, todavía apuraron más para incluso ponerse por delante con dos tiros libres anotados por Doyle a falta de 3 minutos y 36 segundos para la conclusión (74-73).

El UCAM CB estaba en disposición de vencer al Madrid, como ya había hecho esta misma temporada en el Palacio de los Deportes frente al Barça Lassa, pero faltó acierto y aplomo en los compases finales.

De hecho, sólo un 2+1 de Ovie Soko y un triple ya demasiado tardío de Booker fueron insuficientes ante un Real Madrid en el que Campazzo, con su dirección y la efectividad en los tiros libres, resultó clave una vez más.

El argentino fue el máximo anotador del choque con 20 puntos y sólo tres lanzamientos errados, y también el más valorado con 26 créditos. En definitiva, fue el estilete de un Madrid que ganó sin enamorar precisamente y en el que Llull contribuyó con seis puntos, tres asistencias y nueve de valoración en 18 minutos sobre la pista.