El Real Madrid conquistó este miércoles en Murcia su trigésimo séptimo título de la Liga Endesa de baloncesto al vencer a un luchador UCAM también en la capital del Segura por 73-84 y ese triunfo se unió a los que había obtenido antes en el WiZink Center (84-76 y 79-63).
Los de Chus Mateo decantaron la balanza en un gran tercer cuarto por su parte y Dzanan Musa fue elegido MVP de la final. El encuentro, con un Palacio lleno a reventar, comenzó con un 0-5 y tiempo muerto pedido ya por Sito Alonso en apenas un minuto y medio. Tras esa prematura maniobra un triple de Dylan Ennis le quitó la tapadera al aro blanco y la agresividad de Rodions Kurucs atacando en la pintura igualó el encuentro: 13-13 después de dos canastas del letón y otros dos encestes de máximo valor de Ennis.
Los universitarios, elevando el tono de su defensa y cerrando bien el rebote, algo que les costó mucho más en los dos primeros envites de la serie, apretaron hasta el punto de cerrar el primer cuarto dos arriba. Yannis Morin firmó el 19-17 con el que se dio carpetazo a esos diez minutos de pura intensidad. Sólo Musa, con seis puntos, parecía encontrarse cómodo en la ofensiva madridista.
El UCAM CB entendió que esa era la forma de tener más opciones de conseguir la victoria ante el Madrid y su presión a toda la pista surtió efecto. Cinco puntos seguidos de Jonah Radebaugh y un 2+1 de Nemanja Radovic situaron el 29-21. Chus Mateo lo paró de inmediato pero los de Murcia siguieron entonados, especialmente desde la larga distancia. El quinto triple en ocho lanzamientos, éste convertido por Dustin Sleva, supuso el 34-25.
Esa ventaja fue todavía mayor con el 38-28 y el 40-30 y eso que Sergio Llull anotó su primer triple en la final al decimocuarto intento. Al descanso la diferencia era de ocho para los granas, liderados en ataque por Ennis y Rodions Kurucs -11 y 6 puntos- y con el equipo al completo dejándoselo todo atrás. En el Real Madrid, Llull, anotando nueve de los 15 puntos blancos en el segundo cuarto, evitó que la distancia fuera mayor.
La segunda parte comenzó con tensión y una falta antideportiva señalada a Walter Tavares por darle un codazo en la cara a Sleva. El partido se estaba convirtiendo en una lucha sin cuartel y en ese contexto Musa, Mario Hezonja y Facundo Campazzo, con sus aciertos lejanos, acercaron a los de Chus Mateo hasta el 53-51 superado el ecuador del tercer periodo. Fue entonces Sito el que llamó a los jugadores a su lado.
De vuelta a la pista, un nuevo triple de Musa sirvió para voltear el marcador y el parcial llegó a ser de 0-13 en tres minutos. Del 53-45 se pasó al 53-58. Howard Sant-Roos acabó con la sequía grana pero el cuarto lo terminó claramente mejor el Madrid, que se plantó en los diez minutos finales con un +10 (56-66). El 16-34 del tercer periodo cambió la dinámica del choque.
El tridente ofensivo Campazzo-Musa-Hezonja resultó de lo más letal con 30 tantos en esa fase del encuentro -9 del argentino, 10 del bosnio y 11 del croata-. El UCAM lo tenía difícil para a este equipo le van los retos complicados. Se colocó a cinco puntos en varias ocasiones (61-66, 64-69, 66-71) pero hasta ahí llegarían las opciones de pelear por alargar la serie.
Los pívots locales Moussa Diagne y Morin quedaron eliminados con casi cinco minutos por jugar en un partido en el que a los granas le señalaron 26 faltas por las 14 indicadas a su rival y eso que los de casa se refugiaron durante varias fases del choque en una zona 2-3, lo cual normalmente obliga a gastar menos personales. El conjunto de Mateo, contra un rival tan castigado, dominó los compases finales sin sobresaltos para levantar el trofeo en un Palacio de los Deportes de Murcia en el que se escuchó el grito "¡Así, así, así gana el Madrid!".
Decisiones arbitrales al margen, ganó por la vía rápida en la final, como lo hizo también en semifinales frente al Barça con otro 3-0 y al Dreamland Gran Canaria en cuartos con un 2-0. La 37 de los blancos llegó con autoridad y Rudy Fernández, en su despedida, alzó el trofeo.