El Real Madrid se llevó la victoria de la pista del Valencia Basket en un duelo lleno de alternativas en el que si bien fueron Luka Doncic y Anthony Randolph los que sofocaron la revolución que montaron los locales en la segunda parte, fueron tres 'secundarios' como Jeff Taylor, Gustavo Ayón y Facundo Campazzo lo que sellaron el triunfo en el último minuto.

El encuentro arrancó intenso desde el inicio, como si no hubiera acabado aún la final de la liga que ambos equipos disputaron la pasada campaña. Pablo Laso decidió tratar de agobiar desde el inicio al conjunto valenciano situando a Taylor sobre Erick Green su gran referencia anotadora y lo consiguió. Pero, paradójicamente, no le fue bien pues 'obligó' al resto de jugadores del Valencia a involucrarse más en los ataques e hizo a su rival más peligroso.

Ese juego coral y el control del rebote, con una buena labor de Will Thomas, permitió a los locales seguir el ritmo anotador de los madrileños liderado por un activo Ayón e incluso ponerse por delante (18-17, m.10). La aparición de Doncic cambió el guión. Nueve puntos casi seguidos suyos dieron confianza al Real Madrid y aunque el ímpetu de Alberto Abalde y la reaparición de Green, más cómodo defendido por el debutante Randle, permitió al Valencia resistir, la iniciativa volvió a ser del conjunto visitante.

Aunque el esloveno se refugió en el banquillo, el nervio de Campazzo la extendió hasta el descanso y eso que el choque se fue a los vestuarios con un triple de Joan Sastre sobre la bocina (39-43, m.20). Bajo la batuta de Doncic, el Madrid mantuvo el control unos minutos pero al sentarse en el banquillo el partido enloqueció.

El apabullante control del rebote compensó la falta de acierto local y permitió al Valencia estrechar el marcador. Y cuando se encadenaron una antideportiva de Ayón y una técnica a Laso por protestar, Doornekamp y Pleiss le pusieron por delante (58-53, m.29).

Volvió el esloveno y volvió a funcionar el conjunto visitante que, con ocho puntos seguidos de Randolph, se metió en el choque y puso nervioso al Valencia. En unos minutos de una impresionante inspiración, el interior estadounidense asestó un duro golpe a su rival. Pero los locales no se arrugaron. Con cuatro triples casi seguidos castigaron el poco movimiento de la defensa visitante y se pusieron por delante. Pero en el minuto decisivo, un triple desde la esquina de Jeff Taylor, un robo de Gustavo Ayón y una 'bomba' de Campazzo, sentenciaron el choque.