Los peores presagios acerca de la lesión de Ricky Rubio en el partido que estaban disputando los Cavaliers en Nueva Orleans ya se han confirmado. Las pruebas médicas y la resonancia magnética que se realizó el base español han diagnosticado un "desgarro del ligamento cruzado anterior".

Esta es una de las lesiones más graves que puede sufrir un deportista, por lo que, tras pasar por quirófano, Ricky estará apartado de las pistas entre siete y nueve meses, perdiéndose todo lo que resta de temporada y frenando lo que estaba siendo el mejor momento de su carrera deportiva desde su llegada a la NBA.

La realidad es que Rubio nunca ha tenido buena suerte con las lesiones. En 2012, con los Minnesota Timberwolves, ya se rompió el ligamento de la misma rodilla cuando apenas era un novato.

Es un gran jarro de agua fría para el jugador español, pero ahora toca pensar en el futuro, y es que termina su contrato este año y será agente libre este verano en un momento de gran incertidumbre por la lesión. Además, otra de las preocupaciones para el catalán es que queda en el aire su participación en el Eurobasket 2022, ya que todo dependerá de como avance en su proceso de recuperación y el estado de forma en el que llegue a la fecha.

Desde el momento de su lesión todo el mundo del baloncesto tuvo muestras de cariño y apoyo con el catalán, que ha querido mostrarse optimista a través de sus redes sociales: "Los caminos más difíciles siempre llevan a los lugares más bonitos" y recordando una frase de Kobe Bryant: "La tormenta se acaba con el tiempo".