Tiraron las vallas porque no aguantaban más después de llevar horas esperando en la cola. Lo de acceder al Mad Cool fue una carrera que derivó en carreras, sirenas de la Policía, dedos hacia abajo, pitos, insultos... "La organización ha sido horrible, no hemos podido ver a ningún grupo", afirman varios asistentes.

La organización decidió desbloquear las colas en tandas para que no se saturara un túnel que da acceso al recinto del que no habría escapatoria en una emergencia. "Tres horas y media para entrar con una pulsera con la que se supone que tienes libre acceso", cuenta una de los asistentes.

Fuera, el panorama no era mejor con atascos de dos horas. "La organización no ha previsto el número de vehículos que acceder por lo que han colapsado totalmente la glorieta", cuenta un policía municipal.

Todo, según Mad Cool porque se le cayó la red y eso ralentizó los accesos. "El canjeo de los códigos por la pulsera ralentizó el acceso, lo lamentamos y estamos seguros de que ahora va a funcionar todo correctamente", asegura Farruco Castromán, director del Mad Cool.

Dentro fue otra cosa. Ahí estaba la música para olvidarlo todo.