El japonés Hirokazu Kore-eda se llevó la Palma de Oro de la 71 edición de Cannes con "Shoplifters", una cruda visión de la pobreza, mientras que Spike Lee consiguió el Gran Premio del Jurado por "BlacKkKlansman", una ácida comedia sobre la discriminación racial.
Kore-eda era uno de los nombres que aparecía en las quinielas de premios de la edición, pero no así Spike Lee, que triunfó con su historia de un Policía que se infiltra en el Ku Klux Klan en los años setenta.
Más previsibles fueron los premios de interpretación, para el italiano Marcello Fonte por su espectacular papel de cuidador de perros en "Dogman", de Matteo Garrone, y para la kazaja Samal Yeslyamova, por la mujer desesperada y que vive en la miseria en "Ayka".
Entre las sorpresas de la noche, la Palma de Oro especial que el jurado presidido por Cate Blanchett concedió al cineasta franco suizo Jean-Luc Godard, que presentó en competición "Le livre d'image", por ser un artista que ha hecho "avanzar el cine, que ha sobrepasado los límites y que busca redifinir esos límites".
El polaco Pawel Pawlikowski se fue con el premio a mejor dirección por la excelente "Cold War", mientras que la libanesa Nadine Labaki, a la que muchos apuntaban como ganadora de la Palma de Oro por su dura historia de niños en la calle en "Capharnaüm", se tuvo que contentar con el Premio del Jurado.
El de guion fue "ex aequo" para la italiana Alice Rohrwacher, también directora de "Lazzaro Felice", y a Nader Saeivar, por "Trois visages", el filme del iraní Jafar Panahi, en arresto dociliario en su país.
Se abre con algunos cambios
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