El editor de la revista 'Mongolia' Pere Rusiñol ha tenido que declarar en el juzgado de instrucción número 12 de Barcelona ante el juez que investiga si hay delito en una portada que satirizaba un belén. Ruisñol, que es investigado junto con Darío Adanti, ha alegado que dicha publicación "no pretendía ofender" sino hacer "crítica social de un ultracatolicismo que ataca a los derechos humanos".

El juzgado investiga a raíz de una denuncia de Manos Limpias por un presunto un delito de ofensa a los sentimientos religiosos. En la portada se representaba un belén navideño, en el que en lugar del niño Jesús había una caca, representada por el icono que se utiliza habitualmente para simbolizarla en aplicaciones de mensajería, y acompañada del mensaje "Ha nacido el hijo de Dios. Es igual que su padre".

Por esa portada, tanto Pere Rusiñol, en concepto de editor, como el coeditor de la publicación y autor de la portada, Darío Adanti, están investigados. "No queríamos ofender a nadie, era una crítica social de algunos planteamientos de dogmas religiosos sobre nuestra sociedad. Son criticas razonadas", ha apostillado Ruisñol ante los medios congregados a las puertas del juzgado.

Defiende que esta crítica está "amparada en la libertad de expresión e información" y que no había intención vejatoria. Por ello, piden al juez que archive la causa para, dicen, "acabar con esta farsa en la España del año 2023".

La asociación ultraderechista Manos Limpias no se ha presentado a declarar, tampoco el representante de la Fiscalía, por lo que la bancada de la acusación ha quedado vacía.

El editor ha declarado al término de la vista que cree que Manos Limpias no quería una condena a Mongolia sino solo obligarlos a tener que dedicar tiempo y dinero en contratar un abogado y defenderse judicialmente para perjudicarles económicamente.