En su ambicioso quinto disco como 'El Drogas', apartado hace mucho tiempo de Barricada o Txarrena, Enrique Villarreal se pone acústico, poético, canalla y, cómo no, corrosivo, sobre todo cuando la emprende contra la Europa "que cierra puertas" y en la que asoma una extrema derecha que contamina todo y a todos.

"Está en el 'brexit', en EEUU y aquí con su resurgimiento como tal. Pero también en la propia izquierda, ya sea en el PSOE, Más País o Podemos. Incluso en mí o en ti, porque estamos dejando salir la parte (Santiago) Abascal más por la boca que por donde tiene que salir, que es el orto", denuncia, en alusión al líder del partido de extrema derecha Vox.

Para este artista de largo recorrido y pocas medias tintas, extrema derecha significa "egoísmo, ignorancia y miedo, el que nos produce ese desconocimiento ante lo que le sucede al otro, que ahora mismo es hasta el vecino", una reflexión impresa en temas nuevos de denuncia como "Mientras arte tu país (Europa callada)".

Forma parte de uno de los cinco discos que conforman su obra más ambiciosa.

"A Warner, para convencerles, les dije que iba a ser un desastre, porque si ya lo es sacar un CD, que queda muerto en dos meses, sacar cinco iba a ser la hostia. Y también les dije que el título iba a ser conciso", bromea.

Porque el nombre del álbum, extraído de un verso de Leopoldo María Panero, es el más largo de su carrera: "Solo quiero brujas en esta noche sin compañía", que se publicó este pasado viernes, 4 de octubre.

"Yo soy más de Zugarramurdi que de musas, por eso prefiero llamarlas brujas y por el concepto de mujer fuerte e independiente que tiene que estar dentro de cada uno", cuenta Villarreal (Pamplona, 1959), que se ha rodeado de voces femeninas como la de Nina, de Morgan.

Para él, no se trata solo de "reconocimiento del espacio al que todas tienen derecho en igualdad de condiciones". "También porque a los hombres nos hace falta dejar que salga nuestra parte de mujer. Ganaríamos el copón", insiste.