A nivel cultural, España sigue siendo católica, pero sociológicamente, lo es cada vez menos. Así lo ve el sociólogo Rafael Ruiz: "En un futuro próximo lo más ajustado sería decir: la mayoría de la población española será no católica".

Lo confirman también los datos: los ciudadanos que se consideran católicos han pasado del 90% a finales de los años 70 al 52% en la actualidad. Los cambios sociales, dicen los expertos, han llevado a una tercera ola de secularización en el siglo XXI. Estos cambios provocaron que se pasara de abuelos creyentes y practicantes a padres creyentes pero no practicantes y de ahí, a hijos ni creyentes, ni practicantes.

"Está fuera de su universo cultural. No se identifican con ella, no se casan por la iglesia y no piensa bautizar a sus hijos ni educarles en la fe católica", sostiene el sociólogo. Una afirmación que comparte Jesús Bastante: "Esos ritos están de muy capa caída" .

Como las vocaciones, que han caído un 40% en los últimos 40 años. De hecho, hay más parroquias que sacerdotes porque no hay relevo generacional. Algo que preocupa al Papa Francisco y que así se lo comunicó hace unos días a los jóvenes del Seminario de Madrid. "Si en casa no creen, es difícil que un niño de buenas a primeras desarrolle su fe", defiende el seminarista Álvaro Simón, que explica que "la evangelización es el tú a tú": "La gente ya no viene a la Iglesia, tenemos que ser nosotros los que salgamos".

Un cambio al que, según los expertos, la Iglesia no ha sabido adaptarse y la tendencia será que España sea un país cada vez con menos católicos.